or circunstancias que no viene al caso explicar, pero que son fáciles de entender, me he dedicado desde hace décadas a escribir numerosos artículos sobre el carbón. En uno de ellos (enero de 2002 en el semanario Bierzo 7) ya expuse la idea de que aunque hay un solo Bierzo, hay muchos tipos de carbones y muy abundantes en el resto de España y aún más en el resto del Mundo y que ello era una (quizá no la única), razón por la que la minería del carbón berciano estaba en crisis. Hoy más de 20 años después es evidente que la crisis es indiscutible. La idea que entonces apunté , entiendo que hoy por hoy sigue siendo válida. Hay carbón en El Bierzo, por supuesto, pero también en otras muchas muchísimas partes, de España y del Mundo.
Al margen de consideraciones socio-políticas y económicas, a mi me gusta hablar de ciencia y por ello en este articulo, hablaré del carbón desde este punto de vista y también de como es interesante ya desde la infancia, estudiar con ganas. Si a tempranas edades no se estudia bien, es previsible que los futuros profesionales de la geología sean bastante ineptos. Yo tenía sólo 12 años cuando en uno de los libros de texto de la época ya pude aprender que había en la naturaleza unas rocas combustibles (carbones), que eran de 4 tipos. Antracita, hulla lignito y turba. Todas eran rocas originadas por acumulación y descomposición de vegetales. Las características principales de cada uno de esos 4 tipos de carbones también se indicaban y de la lectura de las mismas podría deducirse que el carbón “más formado”, es la antracita seguido de la hulla y del lignito (en este orden) y que por fin la turba debía ser un carbón, que habría de tener aspecto de tierra suelta más que de una roca. En aquel libro se indicaban una serie de características más, así como una somera alusión a las zonas de España donde existen.
Lo que yo ignoraba entonces obviamente era que con el paso de los años, mi vida, como la de muchos otros bercianos tendría una estrecha vinculación con el carbón. Pocos años después y ya en quinto de bachillerato (15 años) pude aprender mucho más sobre el carbón y además me empecé a aficionar a la mineralogía, de tal modo que en una diminuta colección de minerales que fui poco a poco formando ya incluía una muestra de carbón,…¡¡que creo que aún conservo¡¡. Entonces lo aprendido algunos años antes, se amplió mucho más y resultó evidente que había en España varias zonas productoras de carbón. Básicamente cuatro. La zona de Asturias-León-Palencia, otras dos zonas de Aragón y Cataluña y por fin otra zona bastante extensa en el sur de España, en la confluencia de las actuales comunidades autónomas de Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. También quedó mucho más evidente que había 4 tipos de carbón, con características diferentes. Asimismo se citaba ya la existencia de carbón en muchas otras partes del Mundo, como Rusia o Estados Unidos entre otros países. Es algo que por otra parte ya en segundo de bachiller (12 años), se estudiaba en los libros de geografía del Mundo. En el Reino Unido por ejemplo fueron muy conocidas a nivel mundial las cuencas de Clyde, Durham, Yorksire y Cardiff.
Los datos obtenidos de la signatura entonces llamada “ciencias naturales”, se complementaban con los de otras asignaturas (química por ejemplo) y ya entonces resultó evidente que el carbón berciano era uno más de los muchos citados en los libros de texto. No obstante luego llegó la universidad y sobre todo la cuestión de enfrentarse en el ámbito laboral.
ANTRACITA Y HULLA EN EL CARBONIFERO DE ESPAÑA
Los apuntes de la universidad (que aún conservo) ya muestran que la cuenca carbonífera de El Bierzo, es sólo una más de las existentes en España. Hay zonas carboníferas en la provincia de León (fuera de El Bierzo), pero es que además hay zonas carboníferas en una extensa gama de provincias españolas. En concreto y según ese apunte las siguientes: Asturias, Palencia, Ciudad Real, Córdoba, Sevilla, Badajoz, Huesca, Lérida, Gerona, Navarra, Burgos, Logroño, Guadalajara y Cuenca.
En todas estas provincias se conoce la existencia de hulla o antracita, que son dos tipos de carbón por lo que parece los más interesantes. En España y hasta donde yo se jamás se ha hallado antracita o hulla en terrenos que no sean de la edad geológica conocida como el Carbonífero. Es un período de tiempo de la historia geológica de nuestro planeta que se inició hace 360 millones de años y finalizó hace 300. Se ubica en el período de tiempo que en los libros de texto más elementales llaman la Era Primaria ( o Paleozoico), pero sólo ocupa una parte de dicha Era Primaria. Los terrenos de esta edad geológica se encuentran distribuidos por amplias zonas de la Península Ibérica e incluso en la isla de Menorca. Ahora bien no en todos los terrenos de edad carbonífera debe haber necesariamente capas de carbón.
En contrapartida resulta que el lignito que es un tipo de carbón que de entrada podría ser considerado como carbón de mala calidad, también se ha utilizado como combustible para generación de electricidad. Un buen ejemplo fue la central térmica de Puentes de García Rodríguez en la provincia de La Coruña, alimentada con lignitos de la Era Terciaria.
EL LIGNITO, LA TURBA Y OTROS DETALLES
El lignito (lignito pardo y lignito negro) en España se halla en diversas provincias como Teruel, Lérida, Barcelona, la Coruña, Granada, Mallorca…y creo que en general se halla en terrenos que no son de la Era Primaria. No obstante este es un tema que no he analizado a fondo. Se que en terrenos de las eras Secundaria, Terciaria e incluso Cuaternaria hay lignitos en nuestro país. Entiendo que por ello quizá lo mejor sea ver lo que ocurre a nivel mundial. Utilizaré los datos de un libro bastante antiguo, cuyo autor es un tal W. E. Petraschek. En el mismo figura una extensa relación de yacimientos de carbón (antracita, hulla y lignito).Son exactamente 185. De todos ellos sólo uno de los citadas pertenece a España, en concreto uno denominado simplemente “Asturias y León, España”. Este es un dato que muestra, una vez más, la abundancia de carbón en el Mundo.
Quizá uno de los detalles más interesantes de este viejo libro (del año 1961), es comprobar como por norma general la antracita y la hulla se hallan en terrenos geológicamente más antiguos y también en terrenos que han estado sometidos a mayores presiones. No obstante hay algunas sorprendentes excepciones. Por ejemplo la existencia de antracita en Suiza en terrenos de la Era Terciaria. También resulta evidente, una vez más que en todas las épocas de la historia de la Tierra , (las cuatro grandes eras geológicas ya citadas), se han formado yacimientos de carbones ( antracita, hulla y lignito).
En este breve apunte no hay lugar para muchos otros datos que podrían ser citados, pero no me parece lógico terminar sin hablar del cuarto de los tipos de carbón citados, es decir de la turba. Es un tipo de carbón que se está comenzando a formar actualmente. Las capas de carbón que con toda razón pueden denominarse carbón de piedra, como es el caso de El Bierzo, fueron en sus orígenes turberas. La turba es menos pesada que los otros tres tipos de carbón (menos densa), pero es la que más fácilmente arde. Es posible, por lo que yo conozco, que comience a arder de modo tan fácil como la madera.
La antracita sin embargo arde con mucha más dificultad. Esta es la causa por la cual se tardó tanto tiempo (siglos por lo que sabemos), en conocer la existencia de carbón en El Bierzo. Si el carbón berciano ardiese fácilmente es prácticamente seguro que de modo casual muchos siglos antes del siglo XVIII, las gentes de nuestra comarca se hubiesen dado cuenta de la existencia de piedras negras que arden. Pero la antracita no arde con facilidad en situaciones normales.
Es mucho más lo que podría escribirse sobre este recurso natural que tanta importancia tuvo en El Bierzo, pero como simple recuerdo con lo dicho es suficiente. Además son muchos los artículos publicados por mi sobre este tema.
Rogelio Meléndez Tercero
