A CIENCIA CIERTA / El concejo y la cultura en el mundo rural (I)

Visto en el artículo precedente el papel de la Iglesia en la difusión del conocimiento en el ámbito rural, toca ahora hablar sobre otra institución que desde hace siglos ha existido en nuestros pueblos: el concejo. Tengo que hacerlo básicamente en base a los datos que mejor conozco, los referentes al concejo de Castropodame, pero siendo consciente, de que es sólo un ejemplo más de otros de otros muchos pueblos, en muchos casos muy diminutos.

El concejo debe ser una institución que nació en la Edad Media y era la reunión de todos los vecinos (no es lo mismo que habitantes) o una mayoría suficiente, de una aldea, pueblo o similar. Se convocaban a toque de campana, tal y como se decía en uno de los libros de texto de mi época. Asimismo por concejo se entendía un reducido, es decir el selecto, grupo de personas que eran las autoridades seglares locales, (jueces ordinarios o pedáneos, regidores, procuradores…) lo equivalente entiendo a una junta vecinal de nuestros días. Ni el análisis de los libros de texto de historia, ni una amplísima documentación de archivos y bibliotecas, sirve para distinguir nítidamente ambos conceptos…salvo por el número de sus componentes. Aunque es posible que el selecto conjunto de autoridades locales tomase determinadas decisiones, estas por norma general se refrendaban y se daban a conocer en el concejo público, al que asistían al menos teóricamente la mayoría suficiente de vecinos o cabezas de casa.

Sobre los concejos y su papel es tanto lo que podría escribirse, que bien podría hacerse un pequeño libro, pero lo que ahora pretendo, es únicamente mostrar el papel que los concejos tuvieron en la difusión del conocimiento en el mundo rural durante siglos. Basta considerar que sólo a partir esencialmente del siglo XIX, empezaron a ser habituales las escuelas en los pueblos.

Por conocimiento científico, hemos de entender lo que se enseñaba en las escuelas de los más diminutos pueblos, en los años 60 a niños menores de 10 años. Es más yo diría que incluso que menos aún, lo que se enseñaba por ejemplo en el libro de texto (de mitad del pasado siglo), conocido como “El parvulito”, que era para niños de menos de 6 años. Al margen de otras consideraciones, este librito ya incluía unas nociones básicas de geografía, historia, ciencias naturales, aritmética, administración local…además claro está y dada la época religión. Durante siglos la gran mayoría de la población, ni siquiera tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir. Lo de contar es un concepto más de pensar que de memorizar y por ello aún los analfabetos debían ser capaces de contar y de tener unas nociones de aritmética básica (sumar, dividir, restar y multiplicar).

En el siglo XVIII los concejos de los pueblos, debieron ser conscientes de que era muy conveniente establecer en cada población, una escuela básica y elemental…pero no había en la mayoría de los casos posibilidades para ello. Así pues durante siglos la cultura y la conexión con el resto del mundo, llegó a las poblaciones más diminutas a través de los concejos. Es una lástima que antes del siglo XV ó XVI, en general la documentación conservada sea prácticamente nula. No hay actas de reuniones del concejo y por tanto no sabemos que se debatía o exponía.

En el caso de Castropodame el documento más antiguo que da fe de la convocatoria de un concejo público (reunión de vecinos), es del año 1497. En aquel concejo los asistentes se debieron enterar por ejemplo de que había un rey y una reina que eran los que mandaban. No consta que el escribano de turno dijere como se llamaban pero son los hoy conocidos como Reyes Católicos (Isabel y Fernando). Asimismo pudieron enterarse un poco de como funcionaba la justicia en el reino y varias cosillas más. Se hace mención por ejemplo a la Ley Real de Toledo. Algo es algo. A partir de finales del siglo XV, son numerosas las referencias a concejos públicos y también a datos que las autoridades locales tenían. La relación podría ser muy extensa y por ello sólo he seleccionado algunos detalles.

A través del concejo se debieron enterar los vecinos de Castropodame, en los primeros años del siglo XVI, que los obispos de Astorga, ya no eran los señares del lugar ( en el aspecto administrativo seglar) y que en los sucesivo dependerían directamente del Rey de España, cuyo representante más cercano a Castropodame era el Sr. Corregidor de Ponferrada, personaje este que durante siglos muy a menudo debió ser citado en los concejos públicos. Los nombres de los sucesivos reyes y también reinas como Dª. Juana la madre de Carlos I, de España (que tenían una enorme lista de títulos en los documentos oficiales) se conocían a través de los concejos y de los documentos que custodiaban.

Ante el concejo (a la salida de la misa mayor) en uno de los días últimos del año 1593, un individuo que era “familiar” (agente), del Santo Oficio de Valladolid (La Inquisición), se presentó en público, para exigir que se respetase su cargo. Así les llegó a los vecinos “la onda” sobre la temida Inquisición y en que ciudad radicaba una de sus sedes. Muchos documentos oficiales llegaban al pueblo desde Madrid, con lo cual ya sabían donde radicaba el poder. En algún caso se adoptó un acuerdo en concejo público para ser enviado a Madrid, a los señores del Real Consejo de Su Majestad. El concejo asumía las funciones de los medios de comunicación actuales. Podía informar al vecindario de reparaciones que habían de hacerse en vías públicas (puentes de Congosto y Molinaseca por ejemplo) y también de las frecuentes epidemias que se extendían por diversas partes del España, como por ejemplo las pestes.

Durante siglos y en ausencia de cualquier otro medio de comunicación, las noticias sobre las guerras por ejemplo, en las que la Monarquía Española se vio inmersa llegaban al pueblo a través del concejo. Hay referencias incluso a un conjunto de armas (espadas, mosquetes, picas…), que tenía el concejo y que se dejaban a los soldados, que el pueblo debía aportar a los ejércitos del Rey. Otro tema es que supiesen ubicar en un mapa donde estaba Flandes (por ejemplo). Los mapas (escasos y bastante imprecisos) ni siquiera el concejo los tenía. He visto datos concretos sobre la hoy llamada Guerra de Sucesión que tuvo lugar en los primeros años del siglo XVIII y otros conflictos armados. España estaba en guerra a menudo.

Entre los documentos del que fue Archivo del Concejo de Castropodame, hay inventarios realizados hace siglos. Alguno de ellos (hoy en el Archivo Histórico Municipal), merecería la pena analizarlo con mucha calma, porque es un reflejo de como determinados acontecimientos de la política internacional de entonces, tenían su eco en el pueblo. Hay alusiones por ejemplo a la muerte del Rey de Francia y a diversas guerras, a una declaración de guerra a Francia, a los tratados de paz con esta nación, al Príncipe de la Paz (Manuel Godoy) a los conflictos con Portugal…e incluso se cita a la lejana Rusia y la declaración de la guerra a esa nación en 1799. Es un episodio poco conocido en los libros de historia y que sin embargo llegó a oídos de los vecinos de Castropodame en aquellas fechas. Paradojas de la historia.

Hay alusiones asimismo (1789) al embarazo de la Reina de España, al abandono de la plaza de Oran (1792) e incluso a la prohibición de un libro titulado “Diario de Física”, editado en París por lo que parece en aquellas fechas. Asimismo, alusión a la prohibición de ciertos papeles procedentes de Francia… en definitiva una serie amplia de notas que habría que analizar con calma como he dicho.

La llamada actualmente Guerra de la Independencia, también se conoció en el pueblo gracias a documentos que llegaban a las autoridades locales y que en muchos casos debían ser leídos en público por el escribano de turno . Los jueces, regidores y demás autoridades locales, en muchos casos no sabían leer. Así por ejemplo en noviembre del año 1809, los vecinos se pudieron enterar de que las tropas británicas nos estaban ayudando en la guerra contra los enemigos franceses. Aclaremos que los británicos en estas fechas no estaban en El Bierzo, pero si en otras partes combatiendo a los “enemigos franceses”. Claro que también fueron conscientes los vecinos de Castropodame, de que los “amigos” británicos, no siempre actuaban como tales. En cierta ocasión se enviaron a Bembibre suministros para las tropas y se dispuso que fuesen cuatro mozos del pueblo, para evitar que los ingleses degollasen a los bueyes que servían para el transporte. Lástima que no sepamos más, de quienes fueron esos 4 mozos valientes dispuestos a enfrentarse a las indisciplinadas tropas británicas.

En las primeras décadas del siglo XIX el sistema político-administrativo concejil que durante siglos existió, se fue transformando (con muchos “vaivenes”, eso si), en el sistema constitucional que aún hoy sigue vigente. No obstante el concejo siguió sirviendo de elemento de conexión entre los vecinos de los pueblos y el mundo exterior. Asimismo en lo referente a otras áreas del conocimiento (aritmética y geometría básicas), también los concejos tuvieron su importancia. Pero esto lo veremos en el siguiente capítulo de este tema.

No quiero finalizar sin agradecer a mi amigo y conocidísimo historiador Manuel Olano Pastor, su revisión del borrador de este artículo. “Siempre ven más cuatro ojos que dos”.

Rogelio Meléndez Tercero

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