La Peña de Montañeros Gistredo cumplió con la tradición de subir el Belén al emblemático pico del Catoute. Una tradición que alcanza ya las 51 ediciones, y que no estuvo exenta de dificultad debido a las condiciones climatológicas.
Fue una subida muy especial en un año muy especial, con un grupo reducido de participantes debido a la situación sanitaria propiciada por la pandemia del COVID-19