Sanidad aconseja ingerir únicamente aquellas setas que se conozcan para evitar intoxicaciones alimenticias

En primer lugar, hay que asegurarse de estudiar bien las setas y recolectar únicamente aquellas que se conozcan. Es conveniente asistir a cursos y exposiciones, comparar las setas recolectadas con las descripciones de libros y guías de hongos. Se deben consultar publicaciones sobre la materia y pedir la opinión de un experto o acudir a alguna asociación micológica cuando se trate de especies que pueden dar lugar a confusión. Es aconsejable recolectar las setas completas para su mejor identificación.

En lo relativo a la recolección, se recomienda recoger solo la cantidad de setas que se vayan a consumir, ya que son alimentos perecederos y no pueden conservarse mucho tiempo en el frigorífico. Tampoco deben consumirse grandes cantidades de setas ya que pueden ser indigestas y es mejor consumirlas en las comidas que en las cenas. Las setas demasiado maduras pueden ser indigestas y se deben dejar en el monte para que diseminen sus esporas mientras que las muy jóvenes son difíciles de identificar y se pueden confundir fácilmente.

No hay que creerse todo lo que dicen los dichos populares sobre la comestibilidad de las setas, muchos son falsos y carentes de fundamento. Algunos de los dichos populares falsos más típicos son:

  • Las venenosas ennegrecen la plata si se introducen objetos de este metal durante la cocción de las mismas
  • Todas las setas blancas con comestibles y las azules son venenosas
  • Ninguna seta que tenga anillo es venenosa
  • Las setas que cambian de color en las zonas de rozaduras o cortes, son tóxicas
  • Las setas que crecen en troncos son siempre comestibles
  • Las setas venenosas tienen mal olor
  • Las que aparecen mordidas por caracoles u otros animales son comestibles

Cabe recordar que una seta no comestible puede ser muy parecida a otra que sí lo es, por tanto, solo deben consumirse aquellas que se conozcan con certeza ya que algunas pueden resultar letales. No se deben consumir setas de cuya comestibilidad no exista una absoluta seguridad, ni la que parezca más apetecible.

En caso de aparecer alteraciones digestivas o nerviosas después de comer setas, se recomienda acudir al centro sanitario más próximo siendo importante llevar algún ejemplar de las setas ingeridas. Los teléfonos de interés son el 112 (Urgencias) y el 915 620 420 (Instituto Nacional de Toxicología).

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