Los pueblos, al igual que las grandes ciudades, visten sus rincones y calles de Navidad. Pero a falta de grandes presupuestos lo hacen con grandes dosis de imaginación y solidaridad. Boeza es un ejemplo más de ello.
La Junta Vecinal con la colaboración de los vecinos, ha convertido Boeza en un espacio escultórico al aire libre, con representaciones realizadas en madera, casi a tamaño natural, de distintos personajes y escenas navideñas. El Belén, Papá Noel con su trineo, los Reyes Magos, el pescador, el segador, la lavandera… distribuidos por distintas zonas del pueblo. Pasear estos días por Boeza entre sus pequeñas cascadas de agua, arroyos, fuentes y el caudaloso río Boeza, resulta estimulante y nos sorprenderá.