Tras la celebración de las elecciones locales los ayuntamientos bercianos están dando a conocer la composición de sus nuevos órganos de gobierno. En ellos aparecen los concejales que se dedicarán a las pedanías. En este sentido, los procedimientos institucionales de relación entre los ayuntamientos y nuestras juntas vecinales deben modificarse. Hay que superar la discrecionalidad en los contactos entre los concejales y las juntas vecinales que han privilegiado las relaciones políticas entre los cargos públicos del mismo partido.
Proponemos el establecimiento de Consejos de pedanías en cada ayuntamiento. Estos consejos, formales o informales, favorecerán las relaciones conjuntas entre todas las pedanías y el ayuntamiento respectivo. Esta negociación será en común, fijando las necesidades y las prioridades de los pueblos, además de la planificación anual y cuatrienal de las obras y servicios públicos. Así evitaremos pasadas arbitrariedades políticas y otras discriminaciones a la hora de fijar la financiación pública y las preferencias. Por supuesto, esta nueva dinámica negociadora afecta también al Consejo Comarcal en su relación con las pedanías bercianas en la elaboración y ejecución del Plan de pequeñas obras en los pueblos.
VISIBILIDAD DE LAS JUNTAS VECINALES
La falta de atención debida de los ayuntamientos a las juntas vecinales de El Bierzo se manifiesta también en su política informativa. Los ayuntamientos tienen páginas web pero en ellas falta la debida información sobre sus pedanías. En estos portales municipales se facilitan datos sobre quien es el alcalde pedáneo, su dirección postal y poco más. Lamentable y escasa información sobre nuestras pedanías.
Los ayuntamientos tienen que facilitar una política informativa más abierta, en favor del principio de transparencia. En este sentido, el ayuntamiento debe dar todo su apoyo a los otros entes locales del municipio, nuestras pedanías. Los portales municipales forman parte de esta estrategia informativa, así como los tablones de anuncios en las propias localidades y Casas del pueblo.
POR OTRAS POLÍTICAS PEDÁNEAS
Los ayuntamientos deberían insistir más en la especialización de nuestros pueblos. Estos pueden ofertan otros atractivos turísticos según sus peculiaridades. Nos referimos a la puesta en valor de explotaciones mineras (auríferas, carboneras, caleros, etc) con rutas turísticas conjuntas. Otro tanto acontece con las pruebas deportivas de todo tipo en nuestra geografía variable (ribera, montaña, llano…) para pruebas diversas (bici, pedestres, coches, piraguas, etc). Las fiestas rurales y romerías se pueden combinar con gastronomía local, muestras artesanas, visitas etnográficas, marchas paisajísticas, etc. que hagan más interesante la presencia de foráneos.
Hay que garantizar la existencia de Casas del pueblo de carácter polifuncional (juntas, consultorio médico, centro de mayores, biblioteca, etc) con la ayuda municipal debida. Además, las pedanías bercianas deben consolidar su simbología propia (escudos, banderas, pendones…) para reforzar su identidad histórica, territorial y colectiva.
PRESENCIA EN LAS FIESTAS MUNICIPALES
Resulta lamentable que en las fiestas patronales de las capitales municipales de la región de El Bierzo no se les conceda más protagonismo a los pueblos. Estos son excluidos de las fiestas de la capital municipal y carecen de la mínima participación. Entendemos que esta dinámica festiva tan jerarquizada y exclusivista debe cambiar.
Tenemos el ejemplo del Día de El Bierzo que se celebra en Ponferrada y donde el protagonismo es para las capitales municipales a través de la ofrenda anual a la Virgen de la Encina. Los actos institucionales y políticos carecen de interés social. Los actos religiosos son seguidos unicamente por los devotos católicos.
Demandamos una mayor presencia de los pueblos en las fiestas de las capitales municipales. Debería haber un día festivo dedicado a las diversas localidades del municipio, en el llamado Día de los pueblos. En esta jornada tendrían lugar distintas actividades. Así un desfile y concentración de pendones de los pueblos que serviría para dignificar a sus gentes y localidades. Aprovechando este acto público se pueden establecer premios al mejor baile de pendones, a la subida al mástil y al vuelo de pendonetas. Estos actos festivos pueden estar acompañados de otros premios municipales, tanto colectivos por la conservación del patrimonio comunal como individuales a vecinos destacados en sus comunidades rurales.
Ante la crisis económica y demográfica de nuestros pueblos, este comentado reconocimiento festivo y municipal sería una buena forma de revalorizar el medio rural. Las fiestas municipales necesitan de nuevos incentivos con actos más populares y basados en el realce de nuestras tradiciones. Tampoco puede faltar la presencia de grupos folclóricos, bandas de gaitas locales y deportes autóctonos (bolos, billarda…).
Rematamos, la resistencia pedánea a las restricciones iniciales de nueva Ley de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local (2013) ha favorecido una nueva dinámica reivindicativa. Nuestras juntas vecinales pretenden otra relación con sus ayuntamientos. Esperemos que en la región de El Bierzo los alcaldes y las alcaldesas sean capaces de mostrar otra actitud política más democrática y participativa con nuestras juntas vecinales.
Xabier Lago Mestre
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