Algo más de dos meses al frente del Ayuntamiento de Bembibre y la alcaldesa, Silvia Cao, en una reciente rueda de prensa ha hecho balance de la situación. Por un lado, ha negado la existencia de remanente de tesorería sino que “el dinero que hay es arqueo, es dinero y que hay en caja y en las cuentas con el que había que pagar a proveedores”. Pero, por otro lado, urgió la necesidad de aprobar un presupuesto para llevar a cabo “proyectos propios” en lo que queda de 2019.
La regidora reconoce que la urgencia actual es contar con un presupuesto propio que, a punto de entrar en el último cuatrimestre, todavía no existe para este 2019. “Cuando pase el mes de agosto tenemos que trabajar en el presupuesto, ahora que tendríamos que estar pensando en el presupuesto de 2020”.
La alcaldesa explicó que el problema se da en concejalías que “no tienen partida presupuestaria”, y puso como ejemplo el área de fiestas o deporte.
Un presupuesto que servirá para concluir un año en que Bembibre mantiene prorrogado el presupuesto de 2018 y que la regidora avanzó que las cuentas de 2020 se centrarán en el ámbito “social y búsqueda de empleo”. “Las grandes inversiones están hechas y las dejó hechas el anterior equipo de gobierno del PSOE, así que el presupuesto se va a destinar principalmente a eso, va a ser social”.
Cuestiona el remanente que anunció Otero
Cao se mostró crítica con la situación financiera municipal en concreto por el remanente que, dijo, “es arqueo”. Un dinero para hacer frente a deudas con los proveedores, declaró.
Y puso como ejemplo las cuotas sin pagar de la asociación del Camino del Manzanal, reprochando que Bembibre ostenta la presidencia, o los premios de la Fundación Prada a Tope: “El ayuntamiehto participó pero no ha pagado la cuota”.
Una buena época para contratación de personal
Por otro lado, destacó positivamente que el desembarco en el ejecutivo local “nos ha coincidido en una buena época en cuanto a la contratación de personal”. Una situación que ha permitido aumentar “en obras y servicios” y que permite trabajar en “adecentar el pueblo, cuidar vegetación, jardines, parques, solventar obras o aceras”.
Pero también ha permitido contratar subalternos para el área de Cultura que acusa una “importante escasez de personal”, en concreto para atender el centro cultural.