El personal sigue hablando alegremente de la “Teoría” de la Evolución y de la “Teoría” de La Relatividad, con la mayor naturalidad del mundo. Cierto es que si vamos a bibliotecas ( o a la Red por la que cada vez más personas se mueven);en efecto se siguen denominando teorías tanto una como a otra. Esto puede servir de base para argumentar que son eso ,sólo teorías y que a saber que tienen de verdad y que tienen de mentira. Vamos pues a aclarar algunas cuestiones.
Es indiscutible que en el terreno científico, todo absolutamente todo, ha de estar sujeto siempre, siempre; al análisis, a la revisión , a la reconsideración y en definitiva al estudio permanente. En la Ciencia (muy al contrario que en las religiones) no hay dogmas de fe. No obstante cuando una cuestión se revisa reiteradamente durante, años y por numerosas personas; sin hallar error alguno, aunque la posibilidad de que ese error exista no es nula es tan pequeña que se puede considerar “prácticamente” nula.
La Teoría de la Evolución fue formulada por Ch. Darwin principalmente. Digo lo de principalmente porque también otros pensadores expusieron ideas más o menos parecidas. Eran entonces los años finales del siglo XIX y para gran parte de la sociedad de entonces supuso una provocación, un escándalo, un disgusto y otras sensaciones similares. Por ello fueron muchas las instituciones (algunas muy influyentes); que buscaron todo tipo de argumentos para decir que la Teoría de La Evolución no era nada más que una serie de mentiras. Sin embargo han pasado los años, muchos años, muchas décadas y el incremento del conocimiento de animales y humanos muestra que como decía acertadamente un maestro de escuela de Castropodame (un diminuto pueblo) en los años 60, las personas somos “animales racionales”.
Lógicamente los que podríamos llamar nuestros “primos hermanos”; son los simios; pero también hay otros animales que comparten muchas similitudes con los humanos. Cualquier persona que conviva con animales domésticos lo podrá comprobar. Todos los datos hoy conocidos indican que la vida en este planeta llamado Tierra surgió a partir de formas de vida muy simples que se fueron transformando y diversificando con el discurrir del tiempo.
Por tanto lo que cabe esperar es que en el futuro se vayan conociendo cada vez más y más detalles ( o matices), de como a lo largo de los siglos y más bien de los millones de años las formas de vida se han ido transformando unas en otras; pero esperar que alguien demuestre que las ideas expuestas en la llamada Teoría de la Evolución son equivocadas parece totalmente descabellado. Es muchísimo más probable que nos toque el “Gordo” de la lotería de Navidad en el número 437 por ejemplo, que alguien logre demostrar que la Teoría de la Evolución es errónea.
En realidad hoy no debiera ser tan difícil de entender como es posible que cambios graduales (en todos los aspectos), por muy leves, insignificantes e imperceptibles que parezcan , pueden dar lugar al cabo de mucho, mucho, mucho tiempo a cambios realmente espectaculares. Pensemos por ejemplo en que en Europa se hablaba el latín hace 20 siglos y sin embargo en el transcurso de sólo 20 siglos y mediante graduales, pequeñas e insignificantes variaciones se ha transformado en idiomas como el español o el francés que difieren enormemente del latín. Esa transformación se fue realizando de manera espontanea y tan gradual que sin duda pasó desapercibida siempre,….hasta que al comparar los antiguos escritos romanos con los textos modernos hemos comprobado el cambio.
Por lo que respecta a la Teoría de la Relatividad, hay que señalar que esta después de más de un siglo de haber sido formulada y analizada por infinidad de investigadores ya debería dejar de ser considerada simple teoría. Además en este caso nos hallamos ante razonamientos de índole físico-matemática y ante experimentos tan célebres como el de Michelson- Morley (1887), que se ha repetido muchas veces. Todo lo señalado respecto a la credibilidad y veracidad de la Teoría de la Evolución, cabe aplicar a la Teoría de la Relatividad.
En este caso hay que señalar no obstante un importante detalle. Las consecuencias que cabe extraer de la Teoría de la Relatividad ( tiempo no absoluto por ejemplo) ; no se perciben en la vida cotidiana ya que sus efectos dado el modo de vida que llevamos pasan inadvertidos. Por ello muchas personas que quizá no creen en lo que expuso Einstein consideran que al fin y al cabo el que sea verdad o mentira es intrascendente. Con las ideas de Darwin no ha ocurrido lo mismo.
Por último digamos que a veces lo que importa no es lo que realmente sucede; si no lo que aparentemente sucede. Veamos un ejemplo muy sencillo. Si en vez de ser La Tierra la que gira sobre si fuese el Sol el que girarse en torno a la mismas, unas veces a mayor altura sobre el horizonte y otras a menos para muchos efectos prácticos de la vida cotidiana ello sería en principio intrascendente. Por tanto a efectos prácticos podemos considerar que es el Sol el que se mueve como se deja entrever en La Biblia.
Rogelio Meléndez Tercero