Al igual que el año 2017 donde se alcanzaron los objetivos marcados, la Guardia Civil y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, procederán en todo el territorio de la Comunidad Autónoma, a realizar servicios de vigilancia e inspección en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias susceptibles de utilizar combustible no autorizado en calderas de calefacción o industriales.
Los residuos más utilizados son restos de biomasa tratada, plásticos y restos de otras sustancias utilizadas la agricultura y la automoción.
La incineración de los residuos en estos dispositivos está prohibida por la normativa en materia de residuos motivado en que las incineraciones en estas calderas no diseñadas a este fin, provocan emisiones contaminantes importantes con posibles repercusiones sobre la salud de las personas y el medio ambiente.
Los objetivos de esta campaña son:
- Controlar el combustible utilizado en instalaciones de combustión pequeñas situadas en talleres e instalaciones industriales y agropecuarias.
- Concienciar a los operadores en relación a la peligrosidad de la realización de estas operaciones para la salud pública y el medio ambiente derivado de las emisiones contaminantes que generan.
- Localizar gestores de residuos que realizan operaciones inadecuadas.
- Mejorar la calidad del aire en la Comunidad y especialmente en municipios de tamaño pequeño donde es previsible que esta práctica está más generalizada.
El ámbito territorial abarca todas las provincias de Castilla y León si bien, será especialmente intensa en comarcas donde hay industria de la fabricación de muebles y otros derivados de la madera natural.