Llegó la primera victoria de la era Manolo Pérez, que ha conseguido darle un vuelco al juego del equipo, claramente en línea ascendente. Un cambio que ya se comenzó a notar frente a La Virgen del Camino y que ante Mojados, un equipo que está realizando una gran temporada y se encuentra en la parte alta de la tabla, se pudo percibir con claridad.
Los atléticos, en una primera parte para enmarcar, consiguieron sacar los aplausos y los elogios del público, que esta vez sí podía disfrutar con el juego de su equipo. Después de unos primeros minutos de tanteo acabaron encerrando a Mojados en su campo hasta conseguir el gol.
Óscar González tuvo una ocasión muy clara al cuarto de hora, cuando se quedó solo ante De la Fuente después de una buena jugada colectiva, pero el disparo cruzado se marchó fuera pegado al poste. También fue muy clara la de Sergio Bello, con un cabezazo en jugada a balón parado que desde la grada parecía gol, pero acabó saliendo por la línea de fondo.
Y tanto iba el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo en una jugada personal de Álex Gómez, que finalizó con un disparo a la escuadra desde la frontal del área, haciendo inútil la estirada del guardameta.
El Bembibre se marchaba al descanso con ventaja mínima de 1-0, y la sensación de que podía haber sido mas amplia por el juego realizado. Pero nada mas comenzar la segunda mitad, un balón a la espalda de la defensa en uno de los pocos errores de la zaga berciana, acabó con un centro sobre Colino que completamente solo fusiló a Ivanildo para poner el empate.
La situación por la que atraviesa el equipo hizo que afloraran los fantasmas de otras ocasiones y algunas dosis de nerviosismo, pero no tardaron en disiparse. Los bercianos siguieron buscando el gol, ahora con mas precipitación, lo que permitió a Mojados estirarse también en ataque. El partido se había convertido en un encuentro de ida y vuelta, aunque era el Bembibre quien llevaba mas peligro al área rival.
Cuando se cumplía el minuto 83 Sergio Bello, aprovechando el rechace del portero en una acción a balón parado, anotaba el que a la postre sería el gol de la victoria. En los minutos finales el Bembibre se echó atrás para defender el resultado, pero no perdió el orden y no dejó nunca de presionar al rival, manteniendo el balón lo más alejado posible de la portería de Ivanildo, para acabar celebrando una victoria tan importante como merecida. La segunda de la temporada y la primera de Manolo Pérez desde que se hizo cargo del equipo.
Trofeo de la Regularidad