Han pasado apenas unos días desde que Embutidos Pajariel Bembibre lograba la novena victoria (47-80) del curso ante BAXI Ferrol para asegurar la permanencia en la Liga Femenina Endesa. Fueron eternos los minutos tras el choque en los que el futuro del club del Bierzo se jugó en el José Antonio Gasca. La salvación del conjunto berciano dependía de la victoria del equipo local, IDK Euskotren, sobre Tenerife. Apostadas junto a un ordenador, las jugadoras acababan abrazadas y saltando cuando la bocina sonaba en San Sebastián y se confirmaba la buena noticia. El míster del cuadro bembibrense, Pepe Vázquez, se muestra “orgulloso por haber cumplido el objetivo de la permanencia”.
Con la derrota del Tenerife culminaba la temporada más exigente en la élite para la escuadra bembibrense, que se había complicado la permanencia apenas cuatro días antes con la derrota ante Casademont Zaragoza y la victoria de Tenerife sobre Valencia Basket. Vázquez asegura que siempre creyó en la salvación. “Siempre manifesté que nos íbamos a salvar, pero la victoria de Tenerife generó incertidumbre”, reconoce el entrenador gallego, que recuerda que “a falta de una jornada pasamos a depender del resultado de un tercero. No era la situación idónea, pero después de 30 jornadas, si la clasificación dictamina una cosa, es porque es justo”, certifica.
“El día a día ayudaba a superar las adversidades”
Pese al final feliz, la temporada estuvo llena de contratiempos. A los problemas con los visados se añadieron los percances físicos en verano de Carolina Arfinengo –acabó dejando el equipo en octubre–, Marianne Kalin y Laura Méndez. Además, Kionna Jeter no llegó a viajar al Bierzo, la otra americana, Bionca Dunham, llegó en un estado físico no apto para la Liga Femenina Endesa y Helena López se lesionó en el primer partido de la preparación. Para poner la guinda, Djénéba N’Diaye se incorporó tarde tras disputar el Afrobasket con Mali y Teodora Neagu, incorporada en noviembre, tampoco acabó la temporada.
Recuerda el preparador del cuadro bembibrense que “ha sido una temporada difícil porque empezamos con problemas en pretemporada, el momento de construcción del equipo. Tuvimos problemas de efectivos para preparar los partidos”, razona el técnico de Santiago de Compostela, que añade que “son momentos complicados. Se superó porque la gente que estaba trabajaba bien”, precisa el adiestrador del equipo rojillo, que se muestra “satisfecho por el día a día del grupo, el trabajo de las jugadoras y el cuerpo técnico. Cuando pudimos conformar el equipo, el día a día ayudaba a superar las adversidades”, apostilla.
Vázquez, no obstante, aclara que en otros clubes ha vivido “temporadas más duras por impagos y porque alguna institución no funcionaba como debía. Ha sido una campaña intensa, con problemas derivados de ser un club humilde”, explica el adiestrador gallego, que se muestra “orgulloso de que el equipo lo haya sacado adelante. Como colectivo nos hemos repuesto a muchos factores en contra”, enfatiza el míster compostelano, que valora otros aspectos: “Cada experiencia suma. Para aprender, mejorar y corregir errores”, enumera el míster gallego, que añade que “nuestra profesión es un aprendizaje constante”.
“En todas las victorias ha brillado el trabajo coral”
Hubo un momento clave, según Vázquez, “cuando empezamos a trabajar con once jugadoras. Fue importante el trabajo en el día a día”, especifica el entrenador del equipo berciano, que recuerda que “ya habíamos ganado a Cadí La Seu. Fue importante para ganar confianza”, matiza el técnico santiagués, que añade que “después llegaron momentos de buen juego. Al principio no se trabajaba en buenas condiciones”, lamenta el adiestrador gallego, que cree que el COVID y el parón de febrero impidieron al equipo lograr más victorias porque “no pudo afrontar en plenas condiciones partidos claves”.
La principal fortaleza del grupo estuvo precisamente en la cohesión interna del colectivo. De hecho, recuerda Vázquez que “hemos sido uno de los pocos equipos que han jugado con diez jugadoras y una aportación equilibrada en cuanto a reparto de minutos. La palabra EQUIPO en mayúsculas es la que mejor define a este grupo humano”, recalca el preparador del cuadro berciano, que opina que “todas han tenido momentos importantes para destacar. En todas las victorias ha brillado el trabajo coral”, precisa el míster del conjunto del Bierzo Alto, que se muestra “contento” de no depender de una estrella: “Ganamos cuando defendimos bien y atacamos como un equipo. Todas han tenido su momento, ya sea en defensa y anotando no siempre con el mismo reparto”, rubrica.