Juan Carlos Lorenzana “Zana” presentó en Bembibre su libro de “Relatos mineros” (Editorial Eolas). Un homenaje a la memoria de los miles de mineros que a lo largo de muchos años, hasta que el gobierno decretó el cierre definitivo el 31 de diciembre de 2018, han sido el motor de la economía y de la riqueza de una región y de un país. Zana, hijo, nieto y bisnieto de mineros, sabe muy bien lo que es la mina y lo que significa ser minero. “Yo fui minero por vocación, pero en mi pueblo, Ciñera, no había otra cosa en que trabajar”. Por eso sabe transmitir la emoción, el sufrimiento, la lucha y el sentimiento de unos trabajadores que han influido decisivamente en los derechos sociales que hoy todos disfrutamos (“me refiero a los mineros de boina, antes de que hubiera cascos”), y que han sido maltratados por los políticos con el final que les han diseñado. “No merecemos este final”.
“Relatos mineros” son diez historias donde se habla de la vida, “El día de fiesta” sobre el día de Santa Bárbara, de la muerte “A veces es el azar, las más no” y de todo lo que engloba la mina. Sin olvidar la importancia de la mujer en la mina, porque las mujeres también trabajaron duro en la mina, hasta que se lo prohibieron, y fueron las responsables de sacar adelante las fmilias. “Sin ellas nada habría sido posible”.
«Con estos relatos se quiere abrir, mostrar, enseñar más allá de las cuencas mineras, cómo fue que sufrimos, que luchamos, que lloramos y que reímos. Cómo fue que vivimos. Cómo se llegó al convencimiento de que juntos, y sólo juntos, podíamos soportar el vivir en zonas inhóspitas, con un clima adverso, en un trabajo duro, durísimo, que nos ha hecho pagar mucha sangre. Y, durante mucho tiempo, represaliados. Con estos relatos mineros queremos contar para desmentir, contar para desmontar toda la infamia que de nosotros se ha dicho y se ha escrito.» Zana
