Cuando era niña de camino al colegio recogía y guardaba todos los papelitos que encontraba, así como las muchas notas escritas de mis amiguitos. Me llamaban mucho la atención las formas , cada nota tenía un tamaño, un corte hecho a mano, y el texto escrito en muy distintos formatos y medidas, eran las letras de personinas de seis años, explorando e iniciándose en la grafía.Vivía en Toreno.
Llegué a Compostilla, era un mundo nuevo, el impacto fue muy fuerte. En el pueblo la relación era tan íntima con la tierra, con la casa, con las personas, todo era real y palpable, el mundo de la imagen era efímero. En el poblado todo era apariencia, imagen, el mundo del coleccionismo y de las marcas…, era una distancia pequeña en el espacio, abismal en el tiempo, 22 km me habían protegido, aislado, y los valores que había absorbido, vivos e intensos, de respeto, de dependencia de la Naturaleza y los afectos profundos, ahora todo era más banal, inexistente, sobre valores íntimamente relacionados con lo aparente.
A partir de este momento me guardé muy dentro de mí, mi vida interior se dilató ocupándolo todo, la relación social se hizo compleja e inaccesible, y así mi mundo derivó mundo creativo. Decidida a descubrir mis formas interiores, mi gama cromática, mi mundo plástico-pictórico, me especialicé en Grabado, tenía muchas semejanzas con el bolígrafo, mi compañero de todos mis días. En Asprona Bierzo, proyecté un taller de Estampación, adaptado a las capacidades de las personas del Centro Ocupacional. Fue un éxito rotundo, un aporte fundamental a mi desarrollo personal y artístico.
Cerrada esta etapa inicié en la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra otra, para poder ampliar y seguir avanzando en mi recorrido. La Facultad abrió mi mente y actualizó mi percepción del Arte Contemporáneo, permitiéndome dar un paso de gigante, en el conocimiento técnico y conceptual de mis posibilidades creativas. De regreso a Ponferrada me centré en la pintura, con un objetivo muy definido, dando pasos firmes en la composición y la ejecución de acrílicos sobre tabla, con la intención de generar imágenes a través de masas y colores. Abstracciones de estados de ánimo o emociones, las que vivía en ese presente, tratando de representarlas de forma que así también fueran percibidas por el espectador, sentidas. Narrar mi historia pintada en colores y movimiento.
La exposición se inaugura el viernes 20 de mayo, a las 19:00 horas en la Casa de las Culturas, y estará abierta hasta el 20 de junio.
Horario
martes a sábado: de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30
domingos y festivos: de 10:30 a 14:00
lunes: cerrado
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