El pregón de Manuel Villatoro marca el inicio de las fiestas de Torre del Bierzo

El pregón de Manuel Villatoro dio el pistoletazo de salida oficial a las fiestas de Torre del Bierzo. Un pregón en el que decidió comenzar “por el principio” evocando los recuerdos de su niñez, cuando acompañaba a su padre a la estación para recoger el correo y posteriormente en el reparto por todos los rincones de Torre. Y como no, los numerosos juegos de temporada que “los chavales” practicaban en La Pista, la misma plaza desde la que ahora pregonaba las fiestas y que entonces era punto de reunión para los mas jóvenes. Allí se jugaba a la billarda, el peón, los boletos y muchos mas que fue enumerando.

A esa misma plaza llegaban los titiriteros, “recuerdo a una pequeña compañía formada por tres hermanos dos chicos y una chica. Venían en un camión Barreiros con caja cerrada que era su vivienda y se trasformaba en escenario” y oficios ambulantes “Campos, el hojalatero de Brañuelas, que trasformaba una lata de chicharro en escabeche en una flamante regadera”.

Recordó de manera especial el Kiosco de Felipe Rebollo, con gran surtido de sobres sorpresa y cuentos. “A Felipe le preguntaban los precios de todos los artículos y un día escuché esta pregunta: “Señor Felipe cuánto valen los sobres sorpresa de cinco pesetas?” cuanta paciencia tenía…”

Torre como enclave Jacobeo

No quiso pasar por alto la importancia de Torre del Bierzo como enclave jacobeo. Y lo hizo a través de la figura del historiador Augusto Quintana Prieto, que en 1993 acudió a la localidad para dar una conferencia sobre el Camino de Santiago.

“Aquí existían 2 de los 3 requisitos necesarios para tal consideración, estaba clara la existencia de la iglesia y el puente faltaba el tercer elemento El hospital, En el coloquio posterior a la conferencia se aclaró que lo que hoy es La Pista antaño se denomina “Las huertas del Hospital”, Don Augusto incorporó ese dato a la memoria de la conferencia, concluyendo que Torre desde los inicios de las peregrinaciones a Santiago puede y debe considerase enclave Jacobeo.”

Torre como ejemplo de hospitalidad

Villatoro hizo alusión a esa ubicación de Torre como lugar de paso y de fácil tránsito, desde la Vía Nova de los romanos, pasando por el camino Real a Galicia diseñado por Carlos Lemaur, hasta la llegada del ferrocarril, como elemento esencial para forjar ese carácter que ha hecho de los torrelanos un ejemplo de hospitalidad.

A eso hay que añadir el auge de la minería, que como recordó “también trajo personas de las más distintas procedencias, asturianos, extremeños, gentes de tierra de campos, leoneses de la maragatería, cepeda, Órbigo, de la montaña y como no, del bierzo bajo.También de otras nacionalidades, portugueses, marroquíes, sudamericanos, caboverdianos e incluso un ciudadano de Suazilandia.”

Para concluir que “Todos y cada uno de ellos han dejado un poso que hace de Torre un lugar especial”

 

Antes de finalizar hizo un repaso por sus recuerdos de “las fiestas de antaño” con una masiva afluencia de visitantes, en la que no faltaban los caballitos, los coches de choque o la tómbola de los hermanos Morán.

Y también quiso recordar “a muchos y muy grandes amigos y familiares que me lo han hecho pasar en grande, pero especialmente a los que ya no están”.

“Pepín Paredes que con su bar alternativo El Fabas nos hizo pasar momentos imborrables, Eduardito Fernandez que podía estar contando chistes desde el día 14 hasta San Roquin, Ramonin, Pepin el de Sarita, Lolo, Manolito Ojea, y como no Andrés, que si se hubiera merecido estar hoy aquí dando el pregón y del que tomo esta última frase…”

Torre es cauce y es camino, es vereda y es sendero, de emigrante y peregrino, de ferroviario y minero.

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