El viento propaga por toda la comarca el humo de los incendios bercianos y del Noroeste

Un día normal, a las 8.15 de la mañana habría claridad en la calle que permitiría transitar con una iluminación aunque mínima pero suficiente. Hoy ni los peatones podían ver más allá de lo que tenían delante ni el personal de limpieza viaria podía hacer su trabajo. Ésta es una de las consecuencias visibles de los incendios que durante estos días están calcinando buena parte del Noroeste, en el Alto Sil, en Galicia, en Asturias, y ahora también en el Pajariel.

Coches impregnados de ceniza e incomodidad al respirar, lo que es, además, el tema de conversación en la calle. El viento ha propagado el humo dispersando el olor por toda la comarca dejando el terrible olor a humo que en casos de personas con complicaciones respiratorias puede ser más acuciante, así como el característico picor de ojos por la contaminación.

El fin de semana los servicios de extinción tuvieron que emplearse a fondo en el Alto Sil con un incendio de nivel 1 que se sumaron a los de Silván (Benuza) y Chano (Peranzanes). Las altas temperaturas, la sequía y el viento de ayer domingo contribuyeron a la propagación de las llamas que, en el caso de Matalavilla incluso afectó a una zona de reserva natural de osos pardos y urogallos.

El último ha sido en el Pajariel. Esta madrugada Ponferrada se ha levantado viendo arder su monte más emblemático, en las inmediaciones de la Senda de la Lola. El incendio ha sido controlado por los bomberos, evitando que el fuego cruzase el camino y se extendiese por la ladera.

Se esperan lluvias en la jornada de hoy, aunque las previsiones han  ido cambiando. En principio se esperan lluvias por la tarde, unas precipitaciones pocas veces tan ansiadas como esta vez con la sequía característica que no sólo ha afectado a las superficies forestales, sino también a la escasa capacidad de los embalses.

 

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