A CIENCIA CIERTA / El borde suroeste de la Cuenca Carbonífera berciana

Para quienes vivimos en Bembibre y su entorno, el borde más meridional y occidental de la Cuenca Carbonífera Berciana, reviste un interés singular por evidentes razones. Estamos hablando de una banda de terreno que parte desde San Facundo, pasando por San Andrés de las Puentes, Viloria, Bembibre y San Román a partir de donde continúa siguiendo el curso del río Noceda hasta llegar a Arlanza. Prácticamente en el mismo pueblo de San Facundo se ha señalado por los estudios de ADARO la presencia del llamado tramo de terreno de las Anchas, pero ( esto es importante), no la presencia de capas  de carbón. En base a los datos que yo personalmente observé en planos de labores mineras de MINEX y en informaciones verbales de alguno de sus técnicos, digo que esta información de ADARO sería preciso revisarla. En San Facundo al igual que en San Andrés de las Puentes, el llamado tramo  de las capas Anchas, no se localizó con nitidez nunca y toda indica que sencillamente no existe. En este tramo es donde, en su caso, se hallarían las llamadas capas del paquete Ancho, que fueron explotadas con notable intensidad  al Este de  San Andrés de las Puentes.

Una de las peculiaridades del borde o banda del SO de esta cuenca carbonífera, es que sus límites son difíciles de precisar, porque el terreno con capas de carbón se halla en gran medida recubierto por lo que vulgarmente se conoce como el “barro”, un terreno rojizo y “suelto” que  es distinto al carbonífero para cualquier persona. Es lo que técnicamente se llama el terreno Terciario y Cuaternario. Esta circunstancia ha dado lugar a veces a opiniones de dudosa credibilidad, como por ejemplo que bajo Almázcara o Villaverde de los Cestos puede haber capas de carbón o carboneros a una cierta profundidad. Si trazamos una línea imaginaria que vaya de San Facundo a la estación de ferrocarril de Bembibre, de aquí a Viñales y de Viñales a Arlanza, bien puede ser el límite del terreno carbonífero de modo que sólo al Este de la misma es posible hallar carbón, siempre en base a los datos conocidos.

Hay eso si siempre la duda de lo que puede haber bajo el terciario y cuaternario, pero por lo que yo se las labores mineras existentes al oeste del arroyo que baja por San Andrés de las Puentes son escasas.  En las labores de la mina Navaleo se llegó avanzando hacia el poniente hasta una distancia superior a un kilómetro del arroyo citado y cerca de Viloria hay unas antiguas labores que corresponden a la llamada Mina La Gata. No obstante al oeste de la línea de abscisas (Y= 714 100 m) trazada en por ejemplo el Mapa Topográfico Nacional (año 1977. Hoja Bembibre. Escala  1 a 25 000), no me consta la presencia de capas de carbón en esta zona, que se ubica ya en término municipal de Castropodame.

En las proximidades de la estación de ferrocarril de Bembibre y bajo la Plaza del Palacio  se hallan rocas que son el borde de la cuenca (conglomerados). En el extremo SO de esa plaza, hace algunos años aún era posible ver como el terreno carbonífero (conglomerados) se “estrellaba” con otros terrenos más antiguos, pertenecientes muy probablemente al período geológico llamado Silúrico.  A unos 300 metros al SE del borde sur del casco urbano de Matachana (cerca de la carretera a San Pedro) hay un diminuto afloramiento de terrenos carboníferos (cantera), pero son asimismo conglomerados, es decir terreno del borde donde no hay carbón al igual que ocurre bajo la Plaza del Palacio de Bembibre e incluso en la zona donde confluye la calle Amable Arias con la de las Linares. Aquí hay un afloramiento tan diminuto que pasa desapercibido para la inmensa mayoría de las personas. Aclaro que el conglomerado es el llamado “conglomerado basal”, en el que es prácticamente imposible hallar capas de carbón, ni siquiera carboneros tal y como se desprende de numerosos datos conocidos y que cualquier geólogo conoce. Esto se comprende considerando cual es el modo por el cual se formaron las turberas que hoy son pasos de carbón más o menos potentes (carboneros y capas).

Hay alguna información muy antigua (año 1952) que alude a la presencia de arenisca bajo el núcleo urbano de Bembibre. Este dato de nuevo se cita en el año 1973 (memoria geológica de la hoja MAGNA de Bembibre), puntualizando que “al parecer” es arenisca carbonífera. En todo caso el límite del Carbonífera debe hallarse bajo el casco urbano de Bembibre, tal y como ya indiqué. No tengo conocimiento de que bajo San Román haya terrenos del Carbonífero , pero es evidente que justamente al oeste de esta población (autovía del NO) lo que aparece ya no es terreno carbonífero. 

Siguiendo el curso del río de Noceda y en su mismo cauce hay un afloramiento de pizarras de cierta extensión, puesto de manifiesto sobre todo por los trabajos conocidos como “Estudios de ADARO”, ya en los años 80 del siglo pasado. Se trata de terrenos que no son carboníferos. No hay al poniente del río de Noceda en superficie terreno carbonífero alguno. Ni siquiera un diminuto afloramiento. Por tanto el curso del rio de Noceda marcaría el limite en esa zona y no sabemos cuanto hay que moverse al este del mismo, para hallar capas de carbón, que en cualquier caso están ocultas bajo el terciario-cuaternario. Es posible incluso que siguiendo a grandes rasgos el curso del río Noceda exista una falla contra la que se “estrellen” y acaben todas las capas ubicadas hacia el naciente.

CARBON OCULTO

Cuando en el siglo XVIII el ingeniero Carlos Lemaur descubrió pasos de carbón muy cerca del convento que había en Cerezal de Tremor, prestó especial atención a este recurso natural y señaló la conveniencia de pensar en su explotación. Sin duda se debió percatar también que muy cerca del actual pueblo de Las Ventas de Albares y en una curva donde la carretera actual (Camino Real en tiempos de Lemaur) forma un pronunciado talud sobre el río Tremor, el terreno carbonífero se ocultaba por debajo de terrenos diferentes. En el siglo XIX y en su primera mitad (al parecer) se puso en actividad la Mina La Gata de Viloria, que dada su ubicación también debió servir para constatar que hacia el poniente los terrenos con capas de carbón se sumergen bajo tierras diferentes (Terciario-Cuaternario).

Cuando en el año 1952 se redactó la memoria explicativa del Mapa Geológico de Bembibre ( 1ª edición. Hoja 159)  ya se hace alusión a esta parte extensa de terreno carbonífero oculto bajo terrenos más modernos, circunstancia esta que de nuevo aparece reflejada en varias publicaciones posteriores de los años 1977 y 1983 por ejemplo. Fue en los años 80 del siglo pasado (ADARO), cuando se debió acometer un estudio serio para arrojar luz sobre una considerable cuantía de carbón que había (y allí sigue) en esas zonas recubiertas por terrenos más modernos. Entre ellas y por lo que ahora toca, está la que se extiende desde el río de Noceda a las proximidades de Cerezal de Tremor. Es decir a efectos prácticos y a grandes rasgos se halla delimitada (de naciente a poniente), por el curso de esos los ríos Tremor y Noceda. En esta extensa zona, se ubican poblaciones como S. Esteban del Toral, El Valle y Folgoso de la Ribera entre otras. En el entorno de Noceda hay una situación similar, pero ahora nos centraremos en la ubicada al sur es decir la de S. Esteban del Toral- Folgoso de la Ribera que está separada de la otra por una serie  de montículos que van desde Arlanza a Folgoso de la Ribera.

Lo haré entre otras razones porque curiosamente en un año tan reciente como el 2009, se terminó un estudio (se halla en Internet) realizado por la Universidad de Oviedo, para determinar la cuantía de carbón que hay oculto bajo terrenos modernos en el entorno de Bembibre-Viñales- Villaviciosa- Folgoso de la Ribera y poblaciones próximas. Se hizo en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España. Contiene numerosos y muy interesantes planos. Adjunto uno de ellos. Este estudio se planteó como un complemento o ampliación de otros anteriores (de los años 80 del siglo pasado) y lógicamente es de gran interés. Las conclusiones son resultado pues de lo descubierto en 2009 y también datos anteriores. Su análisis detallado podría servir para redactar varios artículos, pero para no aburrir al lector iré a lo práctico; que sin duda es el interés económico. Otras consideraciones de índole estrictamente geológico y técnico las dejaré a un lado.

El terreno carbonífero  se halla al este del río Noceda, habiendo una extensión de más de 30 kilómetros cuadrados bajo los que se hallan varios paquetes mineros ya conocidos en la zona en la que se ven en superficie las capas. Las pendientes (buzamientos) deben ser escasas es decir se trataría de capas “tumbadas”.

La capa Chuchú  ( o su equivalente estratigráficamente) muy conocida en la zona se extendería  por toda esa superficie. Además tanto a muro como a techo de la misma habría otras varias. A techo y en gran parte de la zona se hallaría el llamado Tramo de Torre y también el Tramo Sarita. En ambos se explotaron varias capas. A muro de la capa Chuchú, también hay terreno carbonífero que corresponde al llamado Tramo de las Estrechas, en el que también hay capas que se explotaron. El Tramo de las Anchas no debe existir, pero en cualquier caso la potencia total del terreno carbonífero debe superar en muchos casos los 500 metros. En definitiva carbón hay. Falta eso si hacer una cubicación los más realista posible y un análisis mucho más detallado de este trabajo de investigación. No lo haré ahora, pero como simple botón de muestra si se puede hacer algo.  Si tenemos una sola capa con una extensión de un kilómetro cuadrado, una potencia media de 60 centímetros y una densidad media de 1,5 ya tendríamos casi un millón de toneladas (900 000 en concreto). Pero es que estamos hablando de una extensión en planta de unos 30 kilómetros y de varias capas. Así pues poco más hay que añadir. Si en el futuro el carbón vuelve a tener futuro, este estudio y otros similares deberá ser analizado minuciosamente.

El gran inconveniente (por ello no se explotó en su tiempo), es que el espesor del recubrimiento (terciario y cuaternario) en algunas partes llega a unos 200 metros. No obstante hay que recordar que en el entorno de San Andrés de las Puentes se realizaron labores en terrenos que también estaban recubiertos.

Dada la situación actual pensar en explotar el carbón con las finalidades tradicionales (centrales térmicas) no es razonable; pero cualquier chaval de 15 años sabe ( debería saber más bien), que el carbono es un elemento químico muy presente en la naturaleza. Incluso la materia viva está compuesta principalmente por carbono y por ello no parece de entrada descabellado buscar alguna utilidad a esos átomos de carbono, que sea respetuosa con el medioambiente y que sea rentable económicamente. Entonces si se podría volver a poner en marcha la extracción de las grandes reservas de carbón.

La contemplación de los bonitos paisajes naturales está muy bien, pero la economía sigue siendo un pilar esencial en la vida. Esto es lo que deben tener en cuenta los políticos.

Rogelio Meléndez Tercero

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