Entiendo como pseudociencia todo conjunto de creencias, no comprobadas científicamente y que se presentan como si fuesen verdades demostradas. Aparentemente parecen ajustadas a la verdad, pero es sólo apariencia. Siempre han existido. De entrada cabría señalar que todas las “verdades de fe”; que pregonan las religiones son pseudociencias. No obstante ya se suele dar por cierto, que las afirmaciones de las religiones son simples creencias y por ello son muchas las personas que desconfían de las mismas, pero hay otras creencias que se pregonan a la sociedad como si fueran opiniones de la ciencia y que no lo son. En este sentido las pseudociencias pueden ser más peligrosas, en nuestra sociedad, que las creencias religiosas. Ente las pseudociencias (son muchísimas) cabría citar a los horóscopos y la astrología. Digo-insisto- astroLOGIA y no AstroNOMIA , que es una rama del conocimiento científico radicalmente contrario a las “artes” adivinatorias de los astrólogos, algunos personajes muy conocidos, que se consideran videntes y que han hecho públicamente gala de ello.
La lista de pseudociencias es muy amplia y cabría citar a la homeopatía, el reiki, la quiropraxia, la creencia de que la Tierra es el centro del Universo, la creencia de que la Tierra es plana o la creencia de que con simples objetos de equilibrio inestable (péndulos por ejemplo) y caminando por un terreno, es posible detectar corrientes de agua subterráneas, similares a los ríos y arroyos de la superficie. La creencia de que el hombre jamás llegó a la Luna, también la considero una pseudociencia. Asimismo muchas de las ideas sobre supuestos seres inteligentes y más o menos humanoides, pero extraterrestres son parte de las ideas pseudocientíficas. Algunas de estas pseudociencias tienen que ver con algo tan importante como la salud y a veces su uso conlleva el abandono de tratamientos médicos de verdad, lo cual es el mayor peligro.
Tengo que puntualizar que entiendo que las personas que difunden estas ideas contrarias al conocimiento científico, actúan de buena fe y no son conscientes de que las explicaciones científicas, contradicen abiertamente a las pseudociencias. No obstante pienso que la proliferación de pseudociencias es un indicador de la falta de conocimiento racional del mundo.
Desde hace muchos años y después de pasar al menos 16 años de mi vida estudiando (los necesarios para ser geólogo) y después de seguir estudiando muy a menudo (tras ya ser geólogo), muchas otras áreas relacionadas con el conocimiento racional del mundo (topografía, historia, astronomía); me he dedicado por simple afición y entretenimiento a divulgar el conocimiento racional de nuestro mundo. Esto supone seguir estudiando o más bien repasando lo estudiado… para que no se olvide. También a intentar comprender porque razón gran parte de las personas, son a mi modo de ver engañadas por ideas absurdas, como por ejemplo la de que la Tierra es esencialmente plana. ¿Porqué no también la Luna?… que también tiene montañas.
Hay varios motivos de esta confusión. Uno el hecho de en Internet y en otros medios de difusión se propagan mentiras con la misma facilidad que las verdades. Otro y pienso que el principal es la cada vez más deficiente formación de los estudiantes. Desde hace décadas, se estudia cada vez menos y la obtención de un título académico, a veces enmascara o disimula el bajísimo nivel de conocimientos de personas que se dedican a informar a la opinión pública. En las redes sociales e incluso en medios de información de reconocido prestigio, se difunden a menudo errores que deberían ser inadmisibles en estudiantes de secundaria o incluso de primaria. Es por lo que parece, una muestra evidente del escaso nivel de conocimientos científicos, que tienen algunos medios que son los encargados de informar a la sociedad. Además, el hecho de los estudiantes finalicen su etapa estudiantil (fin de carrera), con unos cocimientos muy deficientes pone de manifiesto que hay (sospecho) un evidente despilfarro de dinero público. Si se destina dinero para enseñar al personal y el personal no tiene interés suficiente por aprender, es tirar dinero a la basura. Ya se no obstante que este es un tema discutible y admito lógicamente, que mis opiniones pueden ser equivocadas.
Uno de los principios básicos de la Ciencia es que sus hipótesis han de poder ser revisadas por cualquier persona y en cualquier tiempo y lugar. Pero claro para rebatir los postulados de la ciencia, hay que primero conocerlos a fondo hasta en sus más mínimos detalles. Esta es la cuestión. Ello implica años de estudio. Hay ideas (la Tierra plana por ejemplo) que a simple vista parecen lógicas y creíbles, pero que de desmoronan si se sabe hacer por ejemplo una regla de tres simple y poquitas cosas más. Claro que si se ignora por completo lo que es una regla de tres simple …mal vamos.
Muchas personas que discuten los postulados científicos, al parecer ignoran por completo, que tras los mismos hay una serie muy extensa y amplia de razones que los avalan y que esas razones son tantas que se necesitan a veces años de estudio para poder comprenderlas. Por tanto yo aconsejaría a quien discuta los postulados científicos, que antes se preocupe de estudiar a fondo ( a veces se necesitan años) y sólo después se estará en condiciones de poder analizar si la ciencia tiene o no razón. A mi me gustaría poder demostrar que el Sr. Newton por ejemplo, estaba equivocado en lo que dijo y entonces yo sería más famoso que el mismísimo Newton, pero claro no tengo ni el más mínimo motivo, ni el menor indicio para pensar que este celebérrimo científico estaba equivocado.
Hay un famoso cuento del escritor español Juan Valera, que no se si es realmente cuento o está basado en un hecho real. Se dice que un tipo llegó a una óptica de Madrid, para comprar una gafas y así poder leer bien. Probó muchas y no era capaz de leer…hasta que el empleado de la óptica le preguntó si sabía leer. El interpelado , le contesto con la mayor naturalidad: “Pues si supiera leer, ¿ para que habría de mercar las gafas?”. El individuo en cuestión acababa de ver a una señora probar varias gafas, hasta que finalmente halló unas con las que leía perfectamente. Dedujo de ello que para leer bastaba con poner gafas y punto. Deducción aparentemente lógica…pero equivocada.
Para poder entender las explicaciones de la ciencia, no sólo es preciso memorizar una enorme cantidad de conceptos, hay además que ser capaz de entender una serie de razonamientos. Es algo complicado de lograr para una gran parte de la población. Lo puede comprobar cualquiera intentando leer por ejemplo un libro de física, química o matemáticas de secundaria. Incluso el contenido de las antiguas enciclopedias de las escuelas más elementales de los pueblos más diminutos, es decir la enseñanza científica más básica, requiere un esfuerzo mental de cierta consideración. Véanse por ejemplo problemas de las llamadas reglas de tres compuestas, el manejo del Sistema Métrico Decimal o los problemas de quebrados. Si elevamos más el nivel la situación se vuelve “dramática”. Hace algunos años (navidad del 2015-16) compré el libro titulado “Principios Matemáticos de la Filosofía Natural” de Newton. He intentado en varias ocasiones leerlo, pero resulta tan complicado entender lo que expone (y está en español, no en latín o inglés), que siempre y a los pocos minutos tengo que desistir. No creo que haya muchas personas en toda la provincia de León (por ejemplo), que lo hayan leído y entendido por completo.
Situaciones muy parecidas se dan en muchas áreas del conocimiento científico, como la astronomía, la topografía, la geología y otras, que precisan siempre una fuerte base de conocimientos de física, matemáticas y química. Una persona que sepa leer perfectamente, puede ser incapaz de entender el contenido de un libro de Matemáticas, Física o Química y en consecuencia de cualquier otra rama de la Ciencia que se apoye en tales materias. Pero se da la circunstancia de que “toda ciencia tiene de ciencia , lo que tiene de matemática”. Lo dijo un célebre matemático E. Poincaré y pienso que es en buena medida una verdad muy difícil de discutir. En el campo de la geología ( es el que mejor conozco) hay por ejemplo un libro titulado, “Plegamiento y fracturación de rocas”, de John G. Ramsay, que tiene un desarrollo físico-matemático tan complicado que bien puede servir para fracturar la cabeza de quién intente comprenderlo. El caso es que su autor dice que las matemáticas del mismo ¡ son elementales!.
Todo ello hace que al final muchas personas por no haber podido o por haber querido, sean incapaces de ver las razones científicas. Si las viesen y las comprendiesen podrían analizar en cada caso si es la Ciencia la que tiene la razón (la verdad) o las pseudociencias. Como no es posible hacer esa comparación se decantan sin mas, por explicaciones pseudocientíficas, sencillas de entender y aparentemente lógicas, pero que engañan a quienes se las creen y a la sociedad en general.
Quiero señalar por último que mis conocimientos de medicina los considero nulos, pero justamente por ello antes de escribir este artículo y en lo relativo a las pseudomedicinas y similares, he buscado el asesoramiento de un amigo médico, el doctor Octavio Pascual Gil.
Rogelio Meléndez Tercero