A CIENCIA CIERTA / La Luna miente, oculta su cara y además se retrasa

El título de este artículo , suena a chiste y en efecto lo es en buena medida. La Luna no es una persona a la que se pueda acusar de mentirosa y otros defectos. Elegí el título simplemente para llamar la atención, pero también porque entiendo que si hay motivos para decir lo que dije. Voy a explicarlo.

LUNA MENTIROSA

Respecto al tema de que la Luna es mentirosa, es algo que me explicaron en la “mili”. ¡Quien lo diría¡ exclamará más de un lector, pero así fue. Según mis recuerdos uno de mis sargentos (Jose Mª. Jul Pérez), nos explicó que en el creciente la Luna tenía forma de D y sin embargo en el menguante (decreciente), tenía forma de C. Así es en efecto como saben muchos labradores y como sabe cualquier persona que tenga unas nociones elementales de astronomía. Además en muchos de los calendarios de “toda la vida” se puede comprobar.

El motivo por el que esto sucede tiene directa relación con las posiciones que la Tierra, la Luna y el Sol adoptan y también con el movimiento de la Luna en torno a la Tierra. En mi época de estudiante y con 12 años ya se explicaba (ver imagen) este asunto de las fases de la Luna. La imagen es de un libro de texto de geografía de entonces. Los autores del libro y otros detalles se citan, en la imagen. Creo pues que sobra toda explicación y la imagen es más que suficiente. Ya hace muchos años , en 2014,que hablé de este asunto de modo bastante más extenso y detallado. Ver en la Red mi artículo titulado: “La mili y los movimientos de la Luna”.

LUNA QUE OCULTA UNA DE SUS CARAS

El hecho de la Luna nos muestre siempre una misma cara y nos oculte la otra, ya se explicaba en las escuelas de los pueblos más pequeños a los niños y niñas de 10 años, hace más de medio siglo. Ello es así porque hay una perfecta sincronización entre el movimiento de rotación de la Luna y el de traslación en torno a la Tierra, circunstancia que hace años también se explicaba en las escuelas básicas de los pueblos. En concreto , el período de rotación de la Luna, es exactamente igual que el de traslación en torno a la Tierra. Se dice la Luna tiene una rotación capturada.

Esta perfecta sincronización sin duda resultará muy difícil de entender no ya a los niños, si no incluso a personas adultas con títulos universitarios. ¿Cuál es la causa de tan perfecta sincronización?. Quizá haya quien argumente que un ser infinitamente sabio y tras infinidad de cálculos, hizo posible esta “asombrosa” coincidencia. Hay no obstante algo muy conocido desde hace muchísimo tiempo, que hace dudar de esa asombrosa coincidencia y es que en el Sistema Solar se conocen varios casos más de rotación capturada. Esto indica que esa rotación capturada debe tener una explicación más simple y en efecto la tiene. La gravitación universal es la que provoca estas situaciones.

Hace ya muchos años y en un interesante libro titulado, “El Sistemas Solar” (Biblioteca Salvat .gt. Año 1973), vi una explicación que estimo muy correcta sobre este tema. Es larga y compleja de exponer y por ello no entraré en muchos detalles. Se puede consultar el libro. Básicamente lo que ocurre es que la atracción gravitatoria entre la Tierra y la Luna deforma a ambos cuerpos y la deformación producida en la Luna tiende poco a poco a que esta adapte su movimiento de rotación, para que sea siempre la misma cara la que mire a la Tierra. Es algo así como si una rueda suspendida a cierta altura del suelo está girando y en la misma colocamos fuera de su centro un peso de suficiente magnitud. La rueda tenderá poco a poco a pararse y cuando lo haga ( que “casualidad”) ese peso se situará lo más cerca posible del suelo. Ya hace también varios, (2017) años que hablé de este tema en uno de mis artículos, que también se localiza en la Red. “La Luna es cobarde, no da la cara”, se titula.

LUNA QUE SE RETRASA

En cuanto al último de los asuntos, el “retraso” de la Luna, se refiere al hecho de que en vez de situarse cada 24 horas en la vertical de un lugar, como a efectos prácticos si hace el Sol; resulta que siempre se retrasa. Es una retraso de casi una hora. Unos 50 minutos. Este tema y a diferencia de los dos anteriores, no lo había examinado antes tan a fondo y por ello me extenderé un poco más.

Si observamos ( aunque sea a simple vista) el movimiento de la Luna por el firmamento veremos que se mueve como el Sol, es decir de Naciente a Poniente. Ese movimiento que percibimos, es debido en realidad y principalmente a que la Tierra es la que está girando. Pensemos en lo que ocurre cuando desde un tiovivo de feria en marcha, se mira al entorno o en lo que sucedía en las eras del pueblo cuando al trillar, giraba constantemente el trillo. En la superficie terrestre estamos como en el tiovivo y por ello vemos girar al Sol, la Luna y las estrellas.

La Luna tiene sin embargo algo especial. Si un día o una noche se halla por ejemplo justamente al Sur a una hora dada; al día siguiente y a la misma hora se hallará un poco hacia el Naciente y tardará casi una hora en estar situada exactamente al Sur. Esta maniobra o este retraso se repite día tras día y es debido a que la Luna además de estar girando sobre si se mueve en torno a la Tierra. Si desde una nave espacial situada muy por encima del Polo Norte terrestre viésemos la Tierra y la Luna, observaríamos que la Tierra gira sobre si en sentido contrario al de las agujas de un reloj y la Luna también; pero además la Luna y en este mismo sentido gira en torno a nuestro planeta. Este giro y el sentido en el que lo hace, explican perfectamente ese retraso de la Luna. Si el lector hace un dibujo o un croquis en el que se refleje lo que he dicho, entenderá perfectamente porque se retrasa la Luna. Además hay libros que lo explican muy bien. Por ejemplo el titulado “Astronomía” de D. Fernando Martín Asín.

Si además se consultan los datos de algún otro libro de cierto nivel, como por ejemplo el anuario del Observatorio Astronómico de Madrid, se comprenderá perfectamente todo esto y se podrá comprobar mediante cálculos matemáticos muy sencillos, como la enorme cantidad de datos numéricos sobre el movimiento de la Luna encajan como las piezas de un automóvil en perfecto estado. Cuando las piezas de un rompecabezas encajan muy bien, es indicio de que no hay errores.

Esta característica del movimiento de la Luna observable de día y de noche, se pensó en utilizar hace siglos para una cuestión esencial e importantísima. Saber la diferencia de horas entre la posición de un navío en mitad del océano y otro punto ( una ciudad por ejemplo) distante miles de kilómetros. A partir de esa diferencia se calculaba la longitud geográfica del navío, elemento imprescindible para determinar la posición de la nave en cualquier punto de nuestro planeta. Se suponía entiendo, que la posición de la Luna respecto a las estrellas ha de ser siempre la misma vista desde cualquier punto de la Tierra , pero esa posición idéntica en puntos de la Tierra distantes muchos miles de kilómetros, se vería en distintas horas locales. En un punto podrían ser por ejemplo las 12 de la noche y en otro las 3 de la madrugada. En este caso la diferencia de longitudes entre ambas localidades sería de exactamente 45º (15º cada hora). Este método para poder determinar la longitud geográfica, se conocía como el “método de las distancias lunares”.

Este “retraso” de la Luna llamó la atención de investigadores de hace siglos que estaban empeñados en lograr algo esencial para navegar. Conocer la posición (longitud geográfica en concreto) de un navío. Ese retraso podría servir además para conocer la hora durante la noche observado la posición de la Luna respecto a las estrellas. Para ello sería necesario elaborar previamente unas tablas muy precisas, que reflejasen de con antelación la trayectoria de la Luna , día tras día y hora tras hora respecto a las estrellas. Era algo que en su momento resultó tan complicado que se tuvo que desistir del método de las distancias lunares.

En mi opinión era y es en principal medida, porque no es cierto que “la posición de la Luna respecto a las estrellas ha de ser siempre la misma vista desde cualquier punto de la Tierra”. La Luna a este efecto está demasiado cerca de la Tierra. No se si con la tecnología actual se podría aplicar este método para conocer las diferencias de longitud geográfica entre dos puntos ,con rigor aceptable, aunque hoy día con las modernas tecnologías (GPS de un teléfono móvil corriente), no hace falta para nada fijarse en los astros. Lo sabe cualquiera.

Por último señalo que el chiste de este título, lo es en efecto; pero muestra como el lenguaje que utilizamos a menudo tiene muchos significados. Hay motivos para indicar, que de chiste nada. Lo dicho sobre la Luna, está perfectamente justificado. En cualquier caso aceptaré con gusto cualquier puntualización o corrección que cualquier lector estime oportuno hacer. Errar es propio de los humanos.

Rogelio Meléndez Tercero

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