A CIENCIA CIERTA / ¿Cómo podría ser el fin del mundo?

Acostumbrados como estamos desde hace siglos a ver que todo tiene su fin; se ha especulado desde los tiempos más remotos acerca de como puede ser lo que podríamos llamar el Fin del Mundo.

La Religión Cristiana sostiene entre sus verdades de fe la certeza sobre el Fin del Mundo y lo describe con bastante detalle; pero no es mi labor ni mi intención enseñar lo que dicen las religiones. Es algo que se escapa a mi visión racional del Mundo, que es la que pretendo mostrar, en los artículos que escribo. Por tanto en base a lo que La Ciencia conoce esto es lo que cabe exponer.

A nivel individual el fin del mundo es la muerte de una persona. La muerte supone según señaló hace años I. Asimov “la definitiva disolución de la personalidad y que mas allá de ella, por lo que respecta a la consciencia individual, no existe nada.” La muerte es el inicio de la descomposición física, química y biológica de un cuerpo. La materia viva no se extingue a nivel de átomos, si no que se transforma. Los átomos que forman los tejidos de los seres vivos tras la muerte se liberan y mediante reacciones químicas acaban combinándose con otros. Así pues un átomo presente en una planta pudo haber formado parte hace tiempo de un animal o incluso de una persona. También y hasta donde yo se se da el proceso inverso. Los átomos presentes en el cuerpo de una persona pudieron formar parte antes de otras estructuras tanto inanimadas (minerales, agua); como vivas. La muerte es una inmensa máquina de reciclar la materia (viva o no viva) a nivel atómico.

Ahora bien además de la materia de la que estamos formados existe lo que se llama normalmente “el alma” de una persona. Desde una perspectiva racional el alma de una persona o lo mas parecido es su legado que trasciende en efecto a la muerte. El alma de los poetas son sus poesías que aún podemos leer, el alma de los músicos son sus canciones que aún podemos escuchar, el alma de los arquitectos son sus obras que aún podemos contemplar,….y así sucesivamente. Hay personas (Franco por ejemplo); que aunque hace muchos años que murieron, siguen a menudo “presentes” en la vida cotidiana. La muerte da pues paso a veces paso a otra vida, que no obstante no puede en modo alguno vivir la persona muerta. Esta es la cuestión. No obstante esta perpetuación al menos virtual de nuestra vida tras la muerte; sólo es posible si nos suceden otros seres humanos capaces de entender nuestro legado. ¿ Que sentido tendría todo el inmenso legado cultural de la Humanidad, si en este planeta no hubiese seres humanos?. La perpetuación de la especie humana es pues la garantía de nuestra vida tras la muerte,….al menos vida virtual. Creo que es precisamente en el cementerio de Bembibre donde hay una frase en la que dice algo así como “Recordadnos y no habremos muerte realmente”.

No obstante el fin del mundo también puede entenderse como el fin de la especie humana. El fin de la especie humana si podría suponer el fin de miles o millones de vidas humanas virtuales, es decir de seres humanos que ya han muerto hace siglos. La especie humana como cualquier otra especie animal tiene como destino natural la extinción. Es curioso que la inmensa mayoría de la gente no presta atención a esta circunstancia. Yo creo que esto es así porque todas la religiones hablan de la Vida Eterna; aunque hace ya muchos años que se sabe (evolución biológica de las especies), que el destino natural de toda especie (incluida la especie humana); es justamente la extinción.

Si la Humanidad se extinguiese todo el inmenso legado humano se volvería inútil. Aún suponiendo que tras la extinción de la Humanidad apareciese en este planeta otra especie inteligente (podría ser); no sabemos si serían capaces de interpretar las huellas que los humanos hemos dejado de nuestra existencia. No obstante los humanos a diferencia de otras especies vivas que se extinguieron (los dinosaurios por ejemplo);tenemos la capacidad de reflexionar sobre este asunto y si somos inteligentes y tenemos suerte podemos aspirar a que nuestra especie se perpetúe eternamente y a que siempre se conserve el legado humano en el Universo. No obstante analizar este punto supondría extendernos demasiado. Habrá tiempo en otros artículos.

Termino insertando unas imágenes super conocida y super famosas. Son las pinturas de la Capilla Sixtina en las que el pintor Miguel Ángel representó allá por el siglo XVI, lo que en base a la Religión Cristina sería el Juicio Final. La imagen está tomada de una publicación de La vanguardia (21-12-2012).

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

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