El Santuario del Ecce Homo recupera la campana, una vez finalizados los trabajos de restauración. El desprendimiento de una grapa de sujeción durante un acto religioso, con el consiguiente susto, obligó a actuar rápidamente. Fue necesario desmontarla, para lo cual se desplazó hasta Bembibre personal especializado de los talleres Quintana, de Fuensaldaña (Palencia), una empresa con gran tradición, ya que como señalan, son fundidores de campanas desde 1637, que la trasladó a sus instalaciones para una completa reparación.
Los trabajos de restauración, presupuestados en torno a los 9.000 euros, han sido sufragados por la Cofradía del Ecce Homo “gracias a los hermanos y devotos”.
La campana, una vez restaurada y dotada de una nueva estructura, ya está instalada en su lugar y preparada para anunciar los distintos actos con sus correspondientes toques. Volverá a sonar por primera vez el 4 de diciembre, coincidiendo con la celebración del Día de Santa Bárbara.




















