El discurso de la pregonera declaró el inicio de las fiestas del Cristo. Y lo hizo arropada no sólo por el público sino por los grupos participantes en el Festival Folklórico que, nada más terminar la actuación en el teatro, partieron en pasacalles hacia la plaza Mayor.
La pregonera hizo alarde de su condición de presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, y destacó el vínculo que mantiene con Bembibre, “porque aquí nuestra institución siempre ha reconocido el nivel de implicación cultural de muchas personas a las que hemos destacado con nuestro galardón de Socio de Honor”, tales como Ángeles Alonso, Ángel Alonso y Eloy Gundín. Pero más allá que las personas tampoco olvidó a las autoridades y vecinos que “siempre se han caracterizado por el compromiso con la defensa de sus signos de identidad y de su rico patrimonio monumental y artístico”.
La pregonera pidió al Cristo por que siga siendo “símbolo de unión de los bembibrenses”, sin olvidar una plegaria por el “resurgir de la zona” gracias al esfuerzo y confianza, y que la ciudad de Bembibre “comercial y minera vea colmadas sus ansias de convertirse en un municipio en expansión, gracias a las iniciativas de sus emprendedores y a los nuevos proyectos de desarrollo que animan a la corporación municipal”.
Pero, sobre todo, “que nos libere de las ataduras de la insolidaridad con las desigualdades, del sectarismo con los que no piensan como nosotros y que no permita que nos olvidemos de los que pasan momentos de necesidad provocados por las hipotecas, los desahucios o el paro”.
Mar Palacio insistió en la apuesta de Bembibre por la cultura y por la música, ya que “es el único que mantiene una agrupación de música tradicional”. Por ello, terminó con la interpretación de un fragmento del romance “El arriero de Bembibre” adaptando una estrofa para ensalzar las fiestas del Cristo.
Al finalizar el discurso el área tradicional de Bembibre ofreció una actuación como cierre de este momento inaugural de las fiestas.
