La doctora Mari Luz Fernández ejerció este martes de pregonera de las fiestas del Cristo de Bembibre, “mis primeras fiestas tras la pandemia”. Una época especialmente significativa para los profesionales sanitarios y trabajadores vinculados a la sanidad que no pasó por alto la pregonera en su discurso reivindicando, expresamente, la inversión en investigación, educación y sanidad.
Bembibrense de nacimiento, concretamente del barrio de La Estación, Mari Luz recordó la dureza de este periodo para el colectivo, “meses muy duros, de mucho trabajo, cansancio, frustración e incertidumbre”, pero que llevó a la reflexión y conclusión “de lo importante que es invertir en investigación, educación y sanidad; una sanidad pública universal y de calidad”, dijo la pregonera.
Y todo ello sin pasar por alto un guiño a compañeros, auxiliares, limpiadoras, farmacéuticos, comercio local, transporte o fuerzas de seguridad, entre otros, “por su esfuerzo y solidaridad infinita”.
A sus 30 años, la pregonera también envió un mensaje a los jóvenes bembibrenses, para que sepan que “con esfuerzo y trabajo se puede conseguir todo lo que se propongan”.
Un esfuerzo y trabajo que ha marcado la carrera de Mari Luz Fernández, hoy por hoy cirujana en el hospital Infanta Leonor de Madrid, “que además cuenta con un potente programa de Trasplante Hepático donde he tenido la suerte de trabajar rodeada de los mejores cirujanos del país”. Con más motivo cuando España es líder mundial en materia de donación y trasplante de órganos, “algo de lo que tenemos que estar todos muy orgullosos”.
En estas líneas fue el discurso de la pregonera, que no olvida su Bembibre natal y las fiestas del Cristo, “algo así como la traca final para despedir el verano”.
Una vida alejada de Bembibre desde hace once años por estudios primero y rabajo después, que ahora tiene en las fiestas una vía de escape para poder disfrutarlas. “Donde se respira un ambiente alegre y las calles se llenan de gente”.
“Para mi Bembibre significa casa, el lugar que me ha visto crecer, desarrollarme como persona y también como profesional. Tengo la suerte de dedicarme a lo que más me gusta, la cirugía. Una profesión exigente pero a la vez reconfortable, donde la autoexigencia, el esfuerzo, la empatía o la solidaridad… son valores que he adquirido aquí, en Bembibre, además de haber disfrutado de una gran formación académica tanto en el Colegio Santa Bárbara como en mi instituto Álvaro Yáñez que han contribuido a que hoy esté aquí con todos vosotros”.
La pregonera no olvidó la situación actual que atraviesa el mundo, en concreto en lo que afecta a Bembibre, “por lo que debemos todos juntos volver a darle impulso a nuestra tierra y aprovechar el potencial de gente trabajadora y comprometida que aquí tenemos”. No en vano, concluyó, “si algo nos caracteriza a los bercianos es el espíritu de lucha y sacrificio para conseguir todo lo que nos propongamos”.
Tras el discurso y chupinazo, el Patronato de Fiestas sirvió un bollo preñado a los asistentes para dar paso a la actuación del grupo Guitardeón.