El periodista y escritor Carlos Fidalgo presentó este lunes en Bembibre la novela Stuka, que vio la luz en septiembre de 2020 tras el reconocimiento previo con el Premio Letras del Mediterráneo de Novela Histórica. El Club del Buen Lector de la Bembibre, localidad natal del autor, acogió esta presentación en la que Fidalgo hizo un repaso por los principales aspectos de la novela, desde su génesis con inspiración en el relato “La bestia”, de Joseph Conrad, hasta el trasfondo centrado en el papel de la mujer en tiempos de guerra.
Aunque Stuka está ambientada en la Guerra Civil española, las similitudes que guarda con cualquier conflicto bélico son más que evidentes, sobre todo en este contexto de invasión rusa en Ucrania. Hubo referencias a la situación actual en la presentación, que Carlos Fidalgo introdujo con el vídeo de la sirena que hacían sonar cuando el avión Stuka se disponía a aniquilar todo lo que se encontraba a su paso: “era una máquina de matar muy sofisticada”.
El autor mostró una serie de fotografías históricas para ambientar la presentación de la novela. Los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 (prolegómenos de la propaganda Nazi al resto del mundo), el papel del atleta Jesse Owens, el potencial de un país que presumía de pleno empleo, el ambiente nocturno paralelo como atractivo durante el evento deportivo. Y la construcción del destructor Stuka.
En concreto, su vínculo con España, que llegó a plantearse como un posible experimento con el bombardeo a Benassal en la primavera de 1938, para abordar directamente el papel de la mujer, sometida a vejaciones, humillaciones y violaciones por los invasores, igual que sucedió con las mujeres alemanas por parte de los supuestos libertadores, relató el autor en la presentación de Bembibre.
Una narración con la que Fidalgo puso los pelos de punta a los asistentes, como era su intención, para reflexionar sobre cómo la grandeza humana y la miseria “son hilos que se cruzan”.