El 16 de octubre de 2018 cerraba el Pozo Salgueiro en Torre del Bierzo, la última mina de interior en la comarca. Fue el punto y final de un sector que durante décadas había sido el motor económico y principal seña de identidad del Bierzo.
La minería ha dejado una huella tan grande en El Bierzo, que ha cambiado para siempre la fisonomía de la comarca, no solo en cuanto al paisaje, sino también en cuanto al paisanaje. Fue una oportunidad de futuro para muchos que llegaron de otros lugares de España y de países como Pakistan, Portugal o Cabo Verde y que acabaron convirtiéndose en parte de esta tierra. El Bierzo no se puede entender hoy en día sin todo ese crisol de razas y de culturas que lo componen.
Ahora toca reinventarse, pero sin perder nunca la memoria de ese pasado, todavía reciente. El Concurso Nacional de Entibadores, que supera ya las 40 ediciones en Bembibre, se mantiene como uno de los últimos vestigios de ese pasado minero.
No sabemos durante cuánto tiempo podrá seguir celebrándose, sin mineros en activo que faciliten el relevo generacional para sustituir a los actuales concursantes. Puede que esté condenado a desaparecer como la propia actividad minera, o puede que no si hay personas empeñadas en mantener viva esta tradición, como un recuerdo de lo que hasta hace muy poco ha sido toda una forma de vida.
El próximo domingo 12 de septiembre a las 11,00 horas, tendrá lugar un años más, el Concurso Nacional de Entibadores, celebrado con motivo de las Fiestas de El Cristo de Bembibre, que llega ya a su cuadragésimo primera edición.