Con bastante retraso y después de muchos días de otoño e invierno con temperaturas muy bajas las ventanas de las aulas abiertas, sin calefacción, durante toda la jornada, comienzan a llegar los primeros medidores de CO2 para las aulas de la provincia. Se trata de una primera remesa de 640 unidades de las aproximadamente 3.000 que se necesitan en toda la provincia.
Se trata de unos dipositivos portátiles que indican temperatura, humedad y concentración de CO2 en partículas por millón, que permitirán controlar la calidad del aire en cada momento y abrir o cerrar las ventanas en función de las necesidades de ventilación y temperatura. En la pantalla digital aparecerá la temperatura en grados centígrados, la humedad en porcentaje y el nivel de dióxido de carbono en cada momento. Así, cuando los valores sean óptimos, irán acompañados de una luz verde; cuando empiece a decaer la calidad del aire, la luz será amarilla, y, si se torna roja, será necesario ventilar la estancia.