Los presupuestos de la Junta de Castilla y León para el año 2013 experimentan una nueva reducción, por cuarto año consecutivo. Serán 9.481,6 millones de euros, un 2,45% menos que en el último ejercicio. Juan Vicente Herrera reconoció en su comparecencia ante los medios de comunicación, que son unos presupuestos que “no le gustan”, que vienen impuestos por unos objetivos de déficit muy difíciles de cumplir y unos ingresos que siguen disminuyendo, pero “hay que defenderlos con coraje”.
Sanidad, Educación y Familia se llevan el 80% del gasto no financiero, si bien, y a pesar de ello, Educación se reduce en un 7,68%, Sanidad en un 5,35% y Familia e Igualdad en un 1,05%. Todas las consejerías verán reducidas sus partidas presupuestarias, siendo la reducción media de todos los departamentos del 6,09%.
No habrá inversiones de obra nueva salvo que venga con financiación exterior, de fondos europeos o de la administración del estado.
En el capítulo de ingresos también se reducen todas las partidas, a excepción de las que provienen de los nuevos impuestos creados por la administración autonómica: impuestos de Sucesiones, de Transmisiones Patrimoniales y de actos Jurídicos Documentados, además del céntimo sanitario. Herrera defiende la aplicación de estas nuevas medidas impositivas, alegando que de no haber sido así, “el gasto público se habría reducido en 178 millones de euros”.
Para el presidente Herrera se trata de unos presupuestos sujetos a una crítica social “que respetamos” y a un desgaste político “que asumimos”.
