Un año más la plaza Mayor acogió el Mercado de Ajos, que en esta ocasión reunió a 13 puestos dedicados a la venta de esta preciada planta, condimento fundamental de la cocina mediterránea. Al hacerlo coincidir además con el mercado de domingo, le ha permitido consolidarse como uno de los mercados importantes del año, recuperando la tradición. Aunque históricamente se celebraba en la festividad de San Pedro Apóstol, patrón de la localidad y fiesta principal hasta que fue relegada por El Cristo, actualmente se ha trasladado la fecha al mes de julio.
Por entonces, en la víspera de esa onomástica, la Banda de Música de Bembibre y un tamboritero recorrían las calles de la población, deleitando a los presentes con sus melodías. A la mañana siguiente, la festividad del Apóstol, se solemnizaba con una función litúrgica y tras ella “se desarrollaba un concurrido mercado de ajos”, al que acudía la gente del entorno en un tren conocido con el sobrenombre de “el Gandarero”, que llegaba a Bembibre hacia las 12 de la mañana.
Al anochecer, en la Plaza Mayor, solía encenderse la típica hoguera, donde los más jóvenes desafiaban al fuego, saltando por encima de las llamas y bailándo a media luz la “jota de Bembibre”.