María Ángeles Cebrones ejerció de pregonera en las Fiestas del Cristo, y lo hizo como un cuento en el que una princesa soñaba con varios señores de Bembibre que contribuían al desarrollo de Bembibre.
El pregón expresó una serie de deseos que María Ángeles Cebrones hizo suyos, ya que ella misma era la protagonista del cuento. “Que seamos capaces de dejar a un lado, y para siempre, los lamentos por lo que hemos perdido”, sin pasar por alto “la minería del carbón, que lo fue todo y a la que tanto debemos, pero que no cuenta ya con la llamada del Futuro”.