Según leo por ahí, el término “Woke” (forma en pasado de Wake) dejó de ser solo una forma verbal para venir a denominar, inicialmente, a las personas que se mostraban activas contra el racismo, en Estados Unidos. Más tarde “Woke” se internacionalizó y amplió, para referirse a toda persona “despierta” contra todo tipo de desigualdades.
Sin embargo, el término yo no lo conocía hasta que se lo leí a Elon Musk, ese tipo que se hace más prepotente y menos interesante cuanto más habla.
Ahora Woke se está transmutando y se usa para denominar, burlonamente, a algo que incluye “forzadamente” (dicen) a personas o personajes de esos colectivos minoritarios. Tenemos constantes polémicas con películas y series, ya que efectivamente está como de moda que haya cada vez más personas de color y colectivos LGTBI en ellas.
Y confieso que me he encontrado viendo alguna cosa en que me ha chocado eso…
Como que me saca de la película y me hace pensar ¿Pero este personaje por qué es negro o gay?
Pero en una rápida reflexión pienso ¿Influye negativamente en el argumento? Y si la respuesta es No, pues ya está. Y creo que ahí está la clave.
Lo que pasa es que mucha gente no le pega esa vuelta mental, y se ofusca y se queda en el ofuscamiento en cuanto ve personas “distintas” en pantalla. Supongo que en algunos casos no se trata ni de racismo u homofobia, sino de que estamos tan acostumbrados a ver personajes entre el blanco y el rosado, y dando por hecho su gusto sexual, que ahora que eso está cambiando pues se hace raro.
Y precisamente por ahí va lo que creo que hace bueno que se incluyan colectivos minoritarios en las producciones. Porque dentro de unos años a nuestros niños, ya adultos, les parecerá lo más normal del mundo que haya personas de distintos tonos de piel o de distintas orientaciones sexuales, o más bajitas o menos delgadas… y entonces les resultará más fácil aceptarse unos a otros y hasta serán más felices.
Jamás entenderé el racismo, la homofobia y estas cosas. Tienen que ser enfermedades mentales. Tal vez haya que enfocarlas así para empezar a tratarlas, porque no tiene razón de ser alguna: el que no te guste otra persona porque sea más o menos oscura de piel, o porque sea hombre y le gusten otros hombres… Porque es tan sencillo como pasar… -¿Qué te importa a ti lo que haga la otra persona con su vida privada?-
Entonces, decididamente, por extraño que se nos pueda hacer de momento, es necesario que haya “inclusión”… y estoy de acuerdo en que no debe ser forzada, pero es que se está llamando inclusión forzada a cosas que no lo son.
La última la tenemos con la película de acción real de “La sirenita”, interpretada por una actriz de piel oscura. Y la penúltima con una serie sobre El Señor de Los Anillos.
Vale que la sirenita que conocíamos era más pálida, pero ¿Es esto inclusión forzada o lo que nos pasa es falta de costumbre?
Me imagino la película original de La Sirenita con una sirenita como si es azul, y no le veo problema alguno. Es más, parecen más apropiados para la supervivencia en las profundidades marinas, colores menos llamativos que los de Ariel.
Y perdonad mi desconocimiento sobre los mundos de Tolkien, pero joer: ¿Aceptamos que haya personas muy bajas, muy altas, con las orejas puntiagudas, monstruos de varias clases y magias imposibles… y se lía parda porque salgan algunos más morenos?
-Es que no estaban en el original- ¿Y qué? ¿Estropea la historia? Esa es la pregunta.
Ahondando en el asunto de “La sirenita”: el director de la película dice que Halle Bailey posee la combinación perfecta de juventud, inocencia, carisma, voz, …. para interpretar el papel. Entonces, no es inclusión forzada… es que el el casting una persona que resultó ser negrita, fue la que mejor lo hizo. Fin.
Y una cosa más de cosecha personal: me conmueven esos vídeos de niñas negras viendo el tráiler de la nueva sirenita y pudiendo identificarse más fácilmente con ella: –Es como yo- dice una niña emocionada. Solo por eso, vale la pena que la sirenita sea negra. Joer, vale más ese vídeo que toda la basura que se está soltando a miles en contra de que sea negra la dichosa sirenita.
Tengo dos hijas, y ahora tienen unas cuantas películas con protagonistas femeninas que son más que simples aspirantes a “mujer de”, y les resulta más fácil identificarse con esos personajes. Me imagino hace solo una década el desierto que había de personajes femeninos en los que poder mirarse, y qué lástima.
Los hombres blancos nos hemos visto bien reflejados desde siempre en multitud de roles, y las demás personas han aceptado eso de buen grado en general… Aceptemos ahora nosotros ver diversidad en pantalla. En último caso: -Si no te gusta esa serie o película en la que hay diversidad, pues ves otra-.
Para terminar, no quiero obviar que sí que hay casos que caen en la inclusión forzada: veréis, no puedo con la serie “Los Bridgerton”, ambientada en el siglo XIX y en la que, por lo poco que he soportado de ella, se ve que la vida de las mujeres se basa en encontrar marido, lo cual es machista pero parece ser que se corresponde bastante con la época, y sin embargo no es ya que haya personas de raza negra con las máximas distinciones, sino que a la propia reina de Inglaterra la ponen negra. Semejante insulto a la Historia real no tiene justificación ni si lo que se pretendió fue hacer un simple entretenimiento, porque ¿Racismo no pero machismo sí?
…
Pero veréis también: acabo de hacer esas consideraciones desde mi ojeriza con esa serie, pero muchas personas disfrutan de esa serie sin importarles estas cosas. Entonces ya está. El problema lo tengo yo con Los Bridgerton, no está en Los Bridgerton. Así que no veo Los Bridgerton y se acabó el “problema”.
Al final, todo es una cuestión de respeto… algo sobre lo que aún tenemos mucho que aprender y poner en práctica.
Tomás Vega Moralejo