Cuatro mineros inician un encierro en Bembibre para exigir soluciones y evitar mayores perjuicios a las familias

El sector minero sigue sin soluciones por la falta de definición del mecanismo para regular el consumo de carbón autóctono, y los trabajadores siguen protagonizando acciones de protesta que esta vez se han trasladado a Bembibre con un encierro en la Casa Consistorial. A las 10 de la mañana entraron en el Ayuntamiento, arropados por varios compañeros en la plaza Mayor, para repetir, una vez más, las reivindicaciones del sector, que no son otras que el cumplimiento de los compromisos pactados.

Son Rafael Álvarez, de Vega de Espinareda; José Luis Fernández, de Almázcara; Manuel Álvarez de Calamocos; y Héctor Bas de Toreno. Son los cuatro nombres que acercan la realidad a la que fuera capital de la cuenca minera por excelencia, y que hoy sobrevive a duras penas con una presencia del sector prácticamente testimonial.

La vigencia del Decreto de Garantía de suministro venció el pasado 31 de diciembre y desde entonces no ha habido más que propuestas muy alejadas de lo dispuesto en el Plan del Carbón. Y los trabajadores, que son quienes están pagando las consecuencias, insisten en el cumplimiento de lo pacto para evitar mayores perjuicios al sector, sin ocultar que se encuentran en una situación límite.

El presidente del comité de empresa de Uminsa, Guillermo Sánchez, reiteró la exigencia para definir correctamente las toneladas de carbón que deben entrar en térmica así como la retroactividad de la Orden Ministerial que permita recuperar el tiempo que ha pasado desde que perdió vigencia. “Las centrales no cogen toneladas y todo debido al retraso en la publicación de la Orden y que no tiene incentivo por tomar toneladas”, destacó Guillermo Sánchez.

Por su parte, el presidente del Comité de Minas del Bierzo Alto (MBA) Rubén Fernández hizo referencia la valoración que contempla el Gobierno en su tercer borrador respecto a la cantidad que debe entrar en térmica con una medida que pone en duda, las terminas, lo que “es un engaño”, dijo, “porque no vienen las toneladas que tienen que meter las eléctricas”.

Y los trabajadores entre tanto son quienes sufren las consecuencias de la indefinición del sector por parte del Ministerio de Industria, como lo han hecho prácticamente desde que comenzó la crisis, en 2012. Sin embargo esta vez es aún más acuciante hasta tal punto que el 90% de la plantilla de MBA aproximadamente no percibe ingreso alguno, lo que eleva el número de familias dependientes de la minería sin recursos que dependen de ayuda y apoyo de familiares.

 

Con protestas a pie de calle, el encierro tiene lugar de forma simultánea en Bembibre y Fabero, así como en otros puntos de la provincia con acciones y protestas. Los cuatro trabajadores que iniciaron esta mañana el encierro en Bembibre pertenecen a las empresas Uminsa y MBA.

 

 

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