La muerte de J.D. Salinger, autor de “El Guardián entre el Centeno”, ha puesto una vez más de actualidad esta novela corta escrita en 1951. Desde entonces se ha convertido en uno de los libros más influyentes del siglo XX, especialmente entre los jóvenes de la década de los 60 y 70, cuando las diferencias generacionales entre padres e hijos estaban muy marcadas.
La novela se centra en torno a un joven, Holden Caufield, un muchacho de 16 años que se siente solo e incomprendido, confuso, algo ignorante, que ha perdido incluso el afecto de su propia familia y que no confía en la sociedad que le rodea. Escrito en primera persona, fue recibida en su momento con una fuerte polémica debido a la crítica que Salinger hace de la sociedad y al lenguaje empleado, en el que hace referencia a las drogas, el alcohol y refleja la sexualidad adolescente.
El título del libro se refiere a una reflexión del protagonista, en la que dice que le gustaría ser el guardián de un campo de centeno lleno de niños jugando, para evitar que caigan en el abismo.
A pesar de que en el libro no hay referencias al asesinato, “El Guardián entre el Centeno” se ha visto también envuelto en la polémica debido a la instrumentación que algunos asesinos han hecho a este libro. Los más conocidos, Mark David Chapman, que portaba el libro en el momento de ser detenido tras disparar a John Lennon; y John Hinckley Jr, que atentó contra la vida del ex presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, en 1981 y también declaró que estaba obsesionado con el libro.
“El Guardián entre el Centeno” ha vendido hasta la fecha más de 60 millones de ejemplares en todo el mundo, y actualmente sigue estando entre los 10 libros más vendidos de la librería virtual amazon.com
Salinger falleció a los 91 años, el jueves 28 de enero de 2010, por causas naturales, en su casa de campo donde se había recluido voluntariamente desde finales de los años 50. Quería huir del bullicio de las ciudades y de la presión mediática, por lo que apenas podemos encontrar entrevistas o fotografías suyas.