Una exposición conmemorativa itinerante y la publicación de la primera biografía de Gabriel de Castilla, escrita por Valentín Carrera, recuperan la vida y aventuras del casi desconocido navegante palentino, considerado como el primer o tal vez el segundo avistador de la Antártida en 1603, cuyo nombre lleva la Base Gabriel de Castilla, base científica permanente que el Ejército de Tierra mantiene operativa desde 1989 en Isla Decepción.
Precisamente, en 2019 se cumplen treinta años de la apertura de esta base científica en una de las islas más hermosas y simbólicas del archipiélago Shetland del Sur que, según algunos testimonios históricos, habrían sido avistadas a comienzos del siglo XVII por marineros españoles al mando de Gabriel de Castilla.
Para conmemorar este treinta aniversario de la creación de la Base Gabriel de Castilla, el escritor Valentín Carrera —cronista de la Primera Expedición Científica Española a la Antártida en 1986-87 y de la XXX Expedición en 2017/17— ha elaborado esta primera biografía del navegante palentino: Gabriel de Castilla, avistador de la Antártida en 1603.
El nuevo libro de Valentín Carrera ha sido publicado por Paradiso_Gutenberg [distribuido por Latorre Literaria], en una primorosa edición con más de cuarenta fotografías y láminas de cartografía antártica, con portada de Denís Fernández, todo ello al cuidado de Cooperativa Sacauntos.
“La vida de Gabriel de Castilla —dice el autor— ha sido poco estudiada en España, algo más en Perú y especialmente en Chile, puesto que su hallazgo de las Shetland daría supuesta legitimidad histórica a las reclamaciones territoriales de Chile sobre la Antártida, donde Chile posee bases de indudable valor estratégico y logístico, como el único aeropuerto de aquella inmensa zona, en Isla Rey Jorge. Es una biografía apasionante, aunque todavía con muchas lagunas, cuyo estudio sugiero a los doctorandos en Historia de las universidades de Castilla y León”.
En cuanto a la exposición itinerante —“Gabriel de Castilla, azote de piratas y primer avistador de la Antártida en 1603”—, es una iniciativa de la Dirección General de Cultura de la Junta de Castilla y León, que puede verse hasta el próximo día 15 en la Biblioteca Pública de Palencia y continuará luego su recorrido por distintas capitales de Castilla y León.
La exposición muestra cuarenta imágenes seleccionadas por Valentín Carrera a partir de fondos históricos, de su archivo personal y el de los investigadores, científicas y dotación del Ejército de Tierra con quienes compartió destino en 1986 y en 2017 en la propia Base Gabriel de Castilla, en la volcánica Isla Decepción.
Azote de piratas
Gabriel de Castilla y de la Mata nació en Palencia en 1577 y murió en Lima en torno a 1620. Su familia descendía de los reyes Alfonso XI y Pedro I de Castilla. Este militar y navegante castellano vivió entre dos siglos —XVI y XVII— y dos reinados —Felipe II y Felipe III—, fue contemporáneo de Rubens, Quevedo o Cervantes.
Gabriel de Castilla desempeñó su vida militar y marinera entre Perú y Chile, donde combatió en la Guerra de Arauco y navegó las costas del Pacífico, Tierra de Fuego y los mares del Sur, en expediciones contra los piratas navales, protegiendo el tráfico marítimo desde Indias con la metrópoli.
Según algunos historiadores —aunque la documentación es precaria—, en el verano austral de 1603 partió de Valparaíso al mando de una flota de tres naves y, tras pasar el Drake Passage o Estrecho de Hoces, en el mes de marzo alcanzó el paralelo 64º Sur y avistó por primera vez la Terra Australis Incógnita, posiblemente alguna de las islas de las Shetland del Sur, regresando en abril a las costas chilenas, por lo que es considerado en el mundo hispánico como “el descubridor de la Antártida”, título cuya primacía le disputa el holandés Dirck Gerrits Pomp, quien avistó las Shetland en 1599.
Desde 1989, lleva su nombre la Base Gabriel de Castilla en Isla Decepción, donde un sencillo monolito construido con vértebras de ballena recuerda su memoria.