Hace unos 34 años (en 1992 año arriba/abajo) y por una serie de circunstancias complejas de explicar, empecé a preocuparme del diseño de relojes-calendario solares…
La primavera de 1934 avanzaba entre luces doradas y noticias turbias. El estudio de Maruja Mallo, en la calle Ferraz, respiraba pintura fresca, papeles arrugados…