El Atlético Bembibre no pudo puntuar ante el filial salmantino, que llevó siempre el peso del partido y acabó aprovechando el cansancio de los locales en la recta final para hacerse con los tres puntos.
En esta liga tan complicada, sobre todo en la parte de abajo, donde se ha visto obligado a competir el Bembibre en estas tres últimas temporadas, cada punto vale su peso en oro. Y el Bembibre lo peleó hasta el último momento, con un gran derroche físico. Pero cuando el otro equipo no se siente amenazado en su área, puede esperar tranquilamente a que el cansancio comience a hacer mella para sacar todo el potencial ofensivo de que dispone e ir en busca del partido. Eso fue lo que hizo el Salamanca B, y le salió bien.
Los salmantinos, que habían dominado, pero sin poner en serios aprietos a Ivanildo ante el buen trabajo defensivo de los locales, pusieron una marcha más. Y a los 76 minutos Vargas dejaba en silencio la grada, colocando con mucha calidad el balón fuera del alcance de Ivanildo. Un remate con el que finalizaba una jugada de ataque que había conseguido cortar Tano, pero al que finalmente no le acompañaron las fuerzas para terminar despejando el balón.
Con el marcador a favor los charros dieron un paso atrás, y a punto estuvo de aprovecharlo el Bembibre. Con el tiempo ya cumplido, Íñigo en una jugada a balón parado, remató de cabeza muy cerca de la portería en el segundo palo, pero Juan Pablo se lució para evitar lo que podría haber sido el gol del empate.
La próxima semana el Bembibre se desplaza a Almazán, que viene de lograr un punto en Palencia. Otro partido complicado, tanto por el largo desplazamiento como por el buen momento del rival, de donde los rojiblancos tratarán de regresar con algo positivo.
