El bembibrense Martinferre expone en Ármaga su «Breviario del harén»

Hasta el 15 de enero permanecerá en la galería de arte Ármaga, la exposición Breviario del harén, del fotógrafo bembibrense Martinferre. Esta es la tercera vez que lleva sus obras a la sala, tras las series Éter y Flores para mi funeral. La muestra consta de 22 fotografías químicas en blanco y negro que él mismo ha revelado en su cuarto oscuro, y están positivadas en gelatina de plata sobre papel baritado no plastificado, de 61×51 cm., de las cuales seis han sido coloreadas con lápices. En rigor, se trata de rayogramas, técnica fotográfica inventada en 1922 por el genial Man Ray. Todas y cada una de estas fotografías representan personajes de la novela que lleva el mismo título que la exposición, editada por José Antonio Reñones en su sello Lobo Sapiens, y que en breve será presentada al público mediante una visita guiada.

-¿Por qué en Ármaga?

Pues porque tengo el honor de que la galería leonesa más veterana y prestigiosa represente mi obra. Recuerdo el día que llegué aquí, hace ya un montón de años, con la vieja carpeta de cuero a pedir audiencia. Les gustó mi trabajo. Asun y Marga acogieron con cariño y benevolencia mis neuras y apostaron por ellas. Todavía sigo aquí, tan pancho como si estuviera en mi casa. Espero no decepcionarlas nunca. Soy consciente de que algunas de mis fotografías pudieran parecer obscenas en una plaza tan puritana como León, por eso las he dejado en la carpeta, pero no hay que sacar las cosas de quicio ni de contexto. Sea como fuere, lo último que yo quisiera es dejar indiferente o aburrir a la parroquia.

-¿De qué va el Breviario del harén?

La novelita, al igual que las imágenes, tanto da, son el delirio de un fotógrafo que pretende febrilmente conseguir la ilusión de su vida: un harén de danzarinas. Danzarinas un tanto impúdicas y asilvestradas en la higiene, tipo francés, no quiere virtuosas de la palangana. En principio las danzarinas, acróbatas, contorsionistas, monjas desengañadas que van saliendo de su cuarto oscuro son exclusivamente para su personal disfrute, pero pronto se corromperá en favor de terceros. Descubrirá entonces la soledad que conlleva la profesión de chulo, y descubrirá que en el fondo un artista respecto a su obra no es más que eso, un chuloputas.

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