Un poblado terrorífico con los muertos vivientes entre los vivos, brujos y brujas que se adueñaron de las calles; el retorno del mismísimo Michael Jackson reinterpretando su éxito “Thriller”; John Travolta de nuevo en Grease; la fauna africana y hasta una colonia de caníbales; o un particular desfile de la Realeza del Bierzo Alto. Éstos fueron algunos de los personajes que se dejaron ver por las calles de Rodanillo, que una vez más celebró su particular ronda de bodegas como viene siendo habitual, con una masiva afluencia que hizo que el pueblo se quedara pequeño.
Una vez más el pueblo de Rodanillo apostó por esta peculiar ronda de bodegas, llena de espectáculo y de color. Y es que ha llegado un momento en que no sólo se trata de meros disfraces, sino de una interpretación en toda regla con una puesta en escena que presentan los propios vecinos para hacer diferente el inicio de las fiestas.
En la primera bodega los personajes más terroríficos de ficción aguardaron a los visitantes entre una divertida interpretación en la que los muertos vivientes salieron del cementerio, la niña del exorcista volvió a estremecerse en la cama insultando al paciente sacerdote que intentó devolverla a su ser, el propio Freddy Krueger en los sueños de los asistentes o un muerto recibiendo en su ataúd a quien se atreviera a acercarse.
En una segunda bodega, las brujas y los brujos prepararon los brebajes que luego iban a beber los asistentes. Sin lugar a ninguna duda, todos confiaron en las pociones mágicas que animaron a seguir un recorrido para encontrarse en la tercera parada con Michael Jackson.
Los vecinos no se cortaron un pelo para reinterpretar el éxito Thriller, saliendo de los ataúdes colocados en plena calle o aparecidos de la nada, pero siempre con el ingenio y diversión.
Varios John Travolta de múltiples tamaños y alguna que otra Olivia Newton John introdujeron al pueblo en las pandillas gamberras de Grease que inspiraron la película en la década de los 80.
Posteriormente serían unos africanos muy peculiares, desde cazadores hasta una representación de la fauna, y por supuesto hasta una tribu caníbal en busca de los más carnosos.
Para finalizar un desfile de la realeza con todos los estamentos militares habidos y por haber, hasta la cabra de la Legión de Rodanillo, amén de tanques y aviones pilotados por expertos jovencitos.
Siempre con el buen humor por delante, esta ronda de bodegas ha conseguido año tras año atraer a varios miles de personas. Igual que en las últimas ediciones, las calles del pueblo comienzan a quedarse pequeñas para acoger a tal cantidad de público.