La localidad de Santa Marina de Torre ya cuenta con un nuevo edificio para el uso y disfrute de los vecinos y las vecinas de la localidad. Se trata de la que fuera, hasta hace escasos meses, la Casa Rectoral del párroco de Santa Marina, una obra que se edificó en 1928 sobre otra ya existente y que hoy se convierte en un museo de la memoria y de la historia del pueblo de Santa Marina de Torre.
Con un presupuesto de 120.000 euros, la localidad cuenta con un Edificio de Usos Múltiples después de un intento fallido en 2007 y un tedioso procedimiento administrativo con el Obispado desde que se materializase el acuerdo definitivo, en el año 2015.
Unas obras que han terminado justo a tiempo para las fiestas patronales de Santa Marina de Torre. Y no, no es casualidad.
Las obras de la antigua Casa Rectoral comenzaron el 10 de mayo de 1928 y se prolongaron hasta el 17 de julio de aquel año, víspera de Santa Marina. Justo hace 90 años.
Costó 12.762 pesetas con 15 céntimos (equivalente a 76 euros), de las cuales el Obispado abonó 9.833,35 mientras que el resto las adelantó el cura.
Unos datos que guarda y muestra enmarcados del libro de la fábrica de la Casa Rectoral de Santa Marina de Montes (que así se llamaba entonces).
Una de las salas alberga parte de la historia pasada y reciente del pueblo. Conserva el Arca del Concejo (con sus dos cerraduras) que han conseguido custodiar y preservar, en la que se guardaban legajos con ordenanzas que se remontan hasta el año 1628, catastros (incluida la del Marqués de la Ensenada), y una valiosa recopilación de leyes, ordenanzas y normas reales de los siglos XV a XIX.
Un valor que muchas administraciones quisieran tener para sí, tal y como explicó Melchor Moreno en el acto de inauguración, y que “nosotros, vecinos de Santa Marina, podemos disfrutar acercándonos a ese expositor central”.
Documentos que conforman el patrimonio de los antepasados, la memoria, en definitiva, del pueblo y de sus gentes.
Todo ello unido a la historia más reciente con retratos de alcaldes pedáneos desde el año 1927.
Un lugar que recopila documentación valiosa que también ha sido aportada por vecinos particulares.
La idea original de convertir esta Casa del Cura en Edificio de Usos Múltiples se gestó en el año 2007 con un primer acuerdo de permuta entre la Junta Vecinal y el Obispado que, pese a todo, terminó fracasando. Hace cuatro años volvieron a iniciar el procedimiento que terminó en diciembre del pasado 2018.
El proyecto contó con una subvención de 120.000 euros de la Junta de Castilla y León con cargo al presupuesto de 2017 que defendió el procurador leonesista Luis Mariano Santos Reyero, que estuvo presente en este acto.