A CIENCIA CIERTA / Los eventos de la isla de La Palma. Apuntes varios

Dada la situación actual me parece inexcusable hablar (escribir) sobre las noticias que ocupan la actualidad informativa al menos en España: el volcán ( o volcanes) de la isla canaria de La Palma. Dada la naturaleza de estos artículos que escribo, lo único que cabe es esbozar una serie de datos sencillos y en general bien conocidos sobre el fenómeno del vulcanismo en general y sobre lo que está sucediendo en esta isla en particular. Entrar en estudios largos y profundos creo que no ha lugar. Procuraré no obstante ofrecer detalles que me parecen curiosos.

En las enciclopedias de los tiempos de la II República que se estudiaban en las escuelas de nuestros pueblos, ya se definía lo que es un volcán. Se dice que un volcán es una montaña que arroja humo, cenizas y algunas veces , minerales fundidos, llamados lava. Se dice también que la boca del volcán se llama cráter. Yo lo único que puntualizaría o matizaría es lo de la montaña. Un volcán (cráter) no tiene que aparecer forzosamente en una montaña. Otra cuestión es que como consecuencia de la aparición del cráter, se forme casi siempre una montaña más o menos grande con los materiales que surgen del cráter y se depositan muy cerca del mismo. Por otra parte una vez formada esa montaña por el cráter o punto de salida de la lava se puedan producir sucesivas erupciones seguidas de períodos de calma. El Teide por ejemplo es un volcán pero que ahora no está en actividad. Es un volcán apagado, dormido o en calma como se quiera decir. Creo recordar que en mi época de la escuela del pueblo, mi maestro de entonces también decía que los volcanes salían en lo alto de las montañas, idea esta que es parcialmente incorrecta.

A pesar de lo aparatoso y lamentable (por sus daños en fincas, construcciones y demás) y de lo que está sucediendo hay que señalar que las islas Canarias son resultado de la aparición de muchos muchísimos volcanes que han tenido lugar a lo largo del tiempo. Algunas (las más próximas al presente) han quedado registradas en los libros de historia y en documentos escritos. Otras no. Hay que tener en cuenta que sólo a partir del siglo XV es cuando aparecen documentos más o menos abundantes sobre la existencia de estas islas.

Pues bien ya en el siglo XV y según mis conocimientos hay referencias a alguna erupción volcánica. La noticia del evento sería del año 1484 y habría sido debida a un marino veneciano de nombre Cadamosto. En 1492 también Colón al dirigirse al Nuevo Mundo debió contemplar una erupción volcánica en el archipiélago canario.

La relación pormenorizada de volcanes de los que hay noticia en las diversas islas es bastante extensa y por ello no la voy a dar. No obstante para quien tenga curiosidad señalo que en el Mapa Geológico de España y Portugal que el Instituto Geológico y Minero de España, publicó en el ya pasado siglo XX ( antes del año 1974) con una explicación del profesor Bermudo Meléndez, hay numerosos datos sobre este tema. Precisamente de la memoria de este mapa extraigo los datos que daré a continuación.

En la isla de La Palma hay constancia de una erupción en abril de 1585, otra en 1646, otra en 1677, otra en 1712y otra en 1949. Esta memoria del mapa precitado no recoge sin embargo la del año 1971, quizá porque se redactó la misma antes de esta última erupción. En las demás islas también hay constancia de volcanes. No obstante me parece que la actividad volcánica más reciente se concentra en la parte más occidental del archipiélago es decir en las islas de La Palma y el Hierro. Lo que está sucediendo es pues algo que considerando períodos de tiempo largos ( del orden de la magnitud de la vida humana) podemos considerar bastante probable.

Algunas de estas erupciones destacaron por diversos motivos. Por ejemplo en la isla de Lanzarote, se produjo un fenómeno de vulcanismo que se inició en 1730 y se prolongó hasta 1736, cubriendo con los materiales expulsados una gran parte de la isla.

Otra célebre erupción fue la del año 1677 (en la isla de La Palma), sepultó “para siempre” la llamada Fuente Santa cuyas aguas eran consideradas medicinales. El asunto es que una vez sepultada lo que permaneció fue el recuerdo de la misma y a lo largo de los siglos hubo muchos intentos por recuperar esa fuente. Todos fracasaron hasta que por fin en los años finales del pasado siglo XX y primeros del actual (1995-2004) tras numerosos trabajos en los que se utilizaron técnicas propias de la minería, se logró recuperar el manantial sepultado. En una revista del Colegio de Geólogos de España (“Tierra y Tecnología” . Nº 33. Primer semestre de 2008); se publicó un curioso e interesante artículo sobre este asunto. Su autor es Carlos Soler Liceras con fotos de Roberto de Armas y Carmelo Martín. La imagen que adjunto es un viejo dibujo (Archivo Histórico Nacional de Madrid); que aparece junto al texto de ese artículo de “Tierra y Tecnología”. Se cree que representa esa erupción del año 1677.

Lo que no se suele comentar demasiado es que en España y dentro de la Península Ibérica, hay al menos otras tres zonas volcánicas que se ubican en Ciudad Real (Campo de Calatrava), en Cataluña ( zona de Olot) y en el entorno del cabo de Gata en Almería, en concreto en las islas Columbretes. No obstante se trata de zonas en las que no hay constancia de actividad volcánica en tiempos históricos. Al menos a mi no me consta.

Otro detalle curioso es que las islas Canarias son un caso un tanto singular, ya que no se ubican en las zonas que son límites de placas tectónicas y que es donde suelen producirse terremotos y volcanes. En el caso de España el límite de placas se ubica en el Sur de Andalucía, es decir entre la Península Ibérica y África. Si hubiese volcanes en el estrecho de Gibraltar -por ejemplo- sería más normal que en las islas Canarias en base a los datos de la llamada Tectónica de Placas. Pero creo que entrar en estos temas no procede.

Rogelio Meléndez Tercero

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