A CIENCIA CIERTA / Estudios hidrogeológicos en Castropodame: filosofía de trabajo

Por pura y simple casualidad, hace algunos días tuve ocasión de ver el lugar donde se sitúa un sondeo que abastece de agua para consumo doméstico a la localidad de Viloria, (Municipio de Castropodame), lugar este de sobra conocido en el entorno de Bembibre. En base a lo que vi entiendo que la solución adoptada, parece a primera vista razonable. No obstante también se me informó de que el lugar elegido para hacer el sondeo, se determinó gracias a la ayuda de un zahorí, algo que me parece totalmente inadecuado. No obstante luego insistiré sobre este punto.

La Ciencia ha de tener una clara vocación de buscar aplicaciones prácticas, entre otras muchísimas más la búsqueda de agua bajo el suelo y por ello hablaré ahora de este tema. No es ni mucho menos la primera vez que lo hago pero, a veces conviene insistir y además casi siempre hay algo que puntualizar o matizar.

Primeramente diré, que voy a analizar este tema desde una perspectiva científica y por ello de entrada debo decir (una vez más) que la creencia generalizada en la existencia de vías, venas, o corrientes de agua subterráneas que se puedan localizar gracias a misteriosas habilidades de los zahoríes es un completo y rotundo error. La circulación y la presencia del agua bajo el suelo tiene unas características muy diferentes de las que vemos en superficie. Eso no implica, que (por casualidad), la impresión que se tenga, es que si se acierta localizando agua con esas curiosas varillas y otros utensilios similares de los zahories. Hay que considerar que el agua bajo el suelo, (al contrario que en la superficie) está ocupando amplias; muy amplias, extensiones y por ello un sondeo realizado completamente al azar (tirando una moneda al alto por ejemplo) tiene muchas posibilidades de encontrar agua y máxime si es un sondeo de más de 100 metros de profundidad por ejemplo. Hay que considerar que durante décadas, quizá siglos, se hicieron en Viloria y en otros pueblos del entorno infinidad de pozos, que con profundidades inferiores a los 10 metros, obtenían caudales de agua más o menos abundantes en múltiples puntos.

Para proyectar y realizar un sondeo en busca de agua subterránea en cualquier lugar de modo racional, no hay más camino que realizar una serie de estudios y mediciones previas. Hay que tener datos de índole físico-matemática y geológicos concretos. Es verdad no obstante, que dado que la probabilidad de hallar agua bajo es suelo haciendo un sondeo “al tuntún”, es muy alta y dado que los estudios cuanto más rigurosos más coste suponen, quizá lo mejor es no estudiar nada o mejor dicho reducir los estudios al mínimo. Hoy día existen mapas geológicos y topográficos, que son de dominio publico y se pueden analizar sin coste alguno. Por aquí hay que empezar por tanto.

Por otra parte aclaro, que es totalmente imposible, explicar en un artículo como este como se busca agua en el subsuelo de modo racional y científico. Es algo así como le pedimos a un médico, que en unos pocos folios nos explique lo que hay que saber pare ser médico; o le decimos a un ingeniero como podemos construir una nave espacial para ir a La Luna.

No obstante, lo que si se puede hacer es intentar explicar con un lenguaje sencillo (evitando argumentos complejos de índole geológica y físico-matemática); cual es la metodología o la filosofía de trabajo. También se puede explicar, porque hay que confiar en La Ciencia y no en los zahoríes. Esto es justamente lo que hace algunos años, yo intenté hacer pensando concretamente en el Municipio de Castropodame y que es aplicable lógicamente a cualquier otros con características hidro-geológicas similares.

Ese análisis sencillo y en lenguaje comprensible para cualquier alcalde, concejal o secretario municipal, me ocupó pese a su sencillez nada menos que ¡¡18 folios ¡¡. No lo puedo pues insertar en un artículo como este. Lo único que podría hacer es analizar, (y quizá lo haga) algún punto, muy, muy concreto de los explicados en ese informe. Por ejemplo, a la hora de buscar agua para regar una finca, que es lo más prudente, hacer el sondeo en la parte baja o en la parte alta de la finca.

El informe en cuestión se lo remití al Ayuntamiento de Castropodame y a la Junta Vecinal de esa pedanía y también a la Asociación Cultural de Turienzo Castañero (Club Popular). No se si habrá servido de mucho y es incluso posible que nadie se haya molestado siquiera en mirarlo. No obstante yo cumplí con mi deber (moral, que no legal), de informar sobre un asunto que es de enorme importancia. Todos conocemos los problemas que la escasez de agua trae consigo.

En el mismo intenté poner de relieve unas nociones muy básicas y elementales de lo que es la Hidrogeología como disciplina racional y científica. Puse de manifiesto donde y como se acumula el agua en el subsuelo y también cuales son de entrada los terrenos más adecuados para localizarla. Asimismo hablé de conceptos como el cono de descensos que provoca la extracción de agua subterránea y de algunos otros siempre muy elementales.

Asimismo expliqué, de modo razonado y con datos concretos, porqué motivo parece que el método utilizado por los zahoríes es el correcto, cuando en realidad no lo es. Como no puedo como ha explicado insertar aquí todo ese informe, si muestro al menos la portada y añado que lo explicado en ese informe referente a Castropodame, es lógicamente aplicable a cualquier otros municipio cuyas características hidrogeológicas, sean similares a las de Castropodame.

Rogelio Melendez Tercero

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