Una Eucaristía presidida por el Obispo como último acto de despedida de “las monjas”

“Sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada”… cantaba Carlos Gardel en “Volver”. No fueron 20 años, sino 61, los que han transcurrido desde que las religiosas del Niño Jesús llegaron a Bembibre con el deseo de participar en la vida de la población, no solo a nivel pastoral, sino también a nivel cultural y con un fuerte compromiso social. Y tan fuerte ha sido ese compromiso que incluso alguno de sus proyectos como “Proyecto Hombre” han transcendido a Bembibre, al Bierzo y a todo el país, por eso no es extraño que ahora, cuando anuncian su marcha definitiva sean muchas las muestras de cariño que reciben. También con un cierto halo de tristeza, porque con ellas se marcha una parte muy importante de la historia y de la esencia que ha forjado la identidad del Bembibre que hoy conocemos.

El último de los actos de despedida, después del realizado en el teatro, con presencia de las cuatro religiosas que siguen en Bembibre, Consuelo, Consola, Yolanda y Nieves, no podía ser otro que una Eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, Jesús Fernández González, al que acompañaron D. Celestino, ecónomo de la Diócesis, D. Manuel, párroco de Bembibre, y D. Isaac ex presidente de Proyecto Hombre.

También asistieron las monjas Cistercienses de San Miguel de las Dueñas y el coro parroquial que Consola dirigió durante muchos años.

Durante la Eucaristía el Obispo hizo entrega a la Madre Superiora de las Hermanas del Niño Jesús en España, de un recuerdo de la Diócesis en reconocimiento al trabajo que han realizado durante todos estos años.

“Vivir con el alma aferrada… A un dulce recuerdo.. Que lloro otra vez”

Con estos versos despide Gardel su tango. Y con ellos, aferrados a un dulce recuerdo, despedimos también a estas cuatro religiosas, con el deseo de que puedan volver pronto a visitarnos

Noticias más leídas últimos 7 días

Noticias más leídas del 2024