Iniciamos una nueva sección histórica y literaria de la mano del escritor Nicanor García Ordiz, con la que queremos rendir tributo a 20 mujeres que dejaron una huella imborrable en la historia y fueron guías en la lucha por una sociedad igualitaria, donde ser mujer no sea una limitación y libre de actitudes machistas.
20 mujeres que, bajo el prisma literario de nuestro escritor, tienen un denominador común: el amor por la música y la influencia que esta ha tenido en su legado y en sus vidas.
Nicanor nos regala una visión ficticia de algún momento de la vida de cada una de estas 20 mujeres, donde ocurre algo en común: todas están escuchando la radio, y un cantante de moda, en su época, interpreta una canción que las hace reflexionar, meditar, soñar, emocionar, sentirse inspiradas, animadas, influenciadas…
20 mujeres y las canciones que escuchaban son la excusa perfecta para adentrarnos en sus vidas y darnos cuenta de que, aunque aún queda mucho trabajo por hacer, estas escritoras, científicas, actrices, políticas, aviadoras y profesionales de distintas épocas fueron verdaderas pioneras, ejemplos destacados que desafiaron las normas y contribuyeron significativamente al progreso de su tiempo. Son mujeres que allanaron el camino para muchas otras en la búsqueda de la igualdad, haciendo del mundo un lugar más justo.
(Consejo del editor: Es muy conveniente que lea cada relato mientras escucha la canción correspondiente).
Frida Kahlo (1907 – 1954)
Mientras pintaba en su estudio, Frida Kahlo tenía la radio encendida para mantenerse al tanto de las noticias y disfrutar de un poco de música. Mientras mezclaba los colores en su paleta, una canción comenzó a sonar en la radio. Era la voz de Pedro Infante, el cantante de moda de la época, cuyas canciones llenaban las calles de México con su melodía y energía.
Frida, con su brocha en mano y su icónico vestido tradicional, se detuvo un momento para escuchar la canción. A medida que la melodía llenaba el ambiente, Frida se dejó llevar por la voz del cantante y la letra que resonaba en su alma.
Mientras escuchaba la canción, Frida se vio transportada a un lugar de inspiración. Cada nota y cada palabra vibraban en su interior, impulsándola a seguir adelante en su búsqueda de expresión artística y justicia social.
En aquel momento, la canción se convirtió en su musa, en la banda sonora perfecta para cada pincelada que daba sobre el lienzo. Inspirada por la melodía, Frida plasmó en su pintura los símbolos y tradiciones indígenas que tanto amaba, irradiando fuerza y orgullo en cada trazo.
Además del arte, Frida también encontró en la música una forma de sanar. La canción recordó los momentos difíciles que había vivido, las heridas físicas y emocionales que había superado. Cada nota se convirtió en un bálsamo que calmaba su espíritu y fortalecía su determinación.
Gracias a esa canción y a la música en general, Frida encontró consuelo y conexión con otras personas que compartían sus luchas y sueños. La música trascendía fronteras y barreras, uniéndola con personas que la admiraban y se identificaban con su voz artística y política.
La emotiva voz de Pedro Infante y la poesía en las letras de sus canciones habrían resonado en el espíritu de Frida, inspirándola a plasmar en sus pinturas el amor, la pasión y la resistencia que tanto representa en sus obras.
©️ Nicanor García Ordiz