Se puede decir que la legislación europea, cada día con más intensidad, va afectando a nuestro derecho interno, en cualquier ámbito de nuestras vidas y actividades y últimamente le ha tocado el turno a la que regula La Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Aunque las modificaciones que vamos a resumir ya han sido publicadas por la mayor parte de los medios de comunicación, no está de más recordarlas, pues este asunto nos afecta a todos o a casi todos
El parque de vehículos que circula por nuestras carreteras, de una simple observación, podemos deducir que cada vez es más antiguo, con una antigüedad en gran medida superior a los 15 años.
Hechas estas consideraciones, el 20 de Octubre de 2017 se aprobó un Real Decreto que entró en vigor en Mayo de 2018 que supone, fundamentalmente, las siguientes modificaciones en la regulación de las ITV:
1ª) Se podrá pasar esta, en cualquier fecha adelantada y sin esperar al vencimiento del plazo preestablecido.
2ª) Se exige una formación más cualificada a aquellos trabajadores que, hasta esa fecha, realizaban la inspección. Una formación mínima para ejercer como Técnicos Superiores de Automoción.
3º) Se exigirá una renovación en los aparatos y sistemas de seguridad que tiene una doble intención, por una parte, intentar disminuir el número de víctimas en accidentes de tráfico, dando más seguridad a los elementos mecánicos del vehículo; y por otra reducir las emisiones contaminantes.
4º) Existirá, a partir de esa fecha una interconexión entre las distintas estaciones por medios telemáticos para intercambiar información.
Recordar también que dicho cambio normativo afecta de igual modo a las motocicletas y a los vehículos similares.
Los vehículos Diesel serán los más “perjudicados”, por considerar que son los más contaminantes, sobre todo los de antigüedad superior a los 15 años.
El actual sistema de transporte en vehículos particulares, donde los conductores utilizamos el coche absolutamente para todo, se está demostrando, que es imposible de soportar. El progresivo aumento del parque automovilístico (es frecuente encontrar en cada casa 2 o más vehículos) y su progresivo envejecimiento, a consecuencia de la crisis, es lo preocupante. Se suele opinar por los expertos que, o se cambia el modelo o no podremos sobrevivir.
La reducción de la emisión de gases contaminantes es el gran caballo de esta batalla, no solo en cuanto a los vehículos, si no en general en los que respecta a la utilización de los combustibles fósiles.
Todo ello, podemos enmarcarlo en el sistema en que estamos inmersos que es de puro y absoluto consumismo.
Se van dando pasitos tímidos en ese sentido, sirva de ejemplo la futura prohibición de la utilización del plástico como las bolsas de la compra y este relativo a las ITV, entre otras medidas, que muy poco aportan al cambio de modelo energético en general. Desgraciadamente, no sabemos si nos dará tiempo de ponerlos al día o habremos ya sobrepasado el punto donde no hay vuelta atrás. Ojalá sea lo primero, por el bien de los que vengan.
Y por último, comentar que al ser más larga y exhaustiva la inspección, inexcusablemente va a ser más costosa lo que hará recaer, como siempre, en el consumidor final el coste de la modernización de esas instalaciones.
Bienvenido sea el vehículo eléctrico pero, de momento, sus precios son prohibitivos para la mayor parte de nosotros.
Beatriz Vega Sarceda – Abogada