Está claro que las imágenes que se publican en las galerías o páginas de los periódicos se comparten en redes sociales o en plataformas de mensajería a nivel particular, pero siempre sin fines comerciales ni lucrativos. Lo llamativo ha sido encontrar una fotografía publicada por este periódico, que alguien descargó y presentó como propia a un concurso de Semana Santa de otro medio de comunicación. Vamos, lo que es una fotografía robada en su máxima expresión. Eso, hasta este momento, no lo habíamos visto.
Así se puede ver en el concurso de fotografías de Semana Santa del Diario de León con una fotografía publicada por Bembibre Digital, para nuestra sorpresa, sin ninguna autorización. La persona en cuestión se hace llamar Víctor Suárez (al menos, ése es el nombre con el que se identifica al falso autor), que demuestra hasta qué punto se puede hacer una trampa tan descarada en un concurso de fotografía.
La imagen en cuestión fue tomada el pasado viernes en la procesión del Santo Entierro. En primer término, se ve a dos cofrades de Bembibre claramente identificables portando el paso de la Verónica y el Nazareno y, en segundo término, el Cristo de la Agonía. La persona que robó, literalmente, la foto, se limitó a hacer un recorte de la imagen quitando, además, el público que se ve en la parte derecha de la fotografía original.
Se mire por donde se mire, analizando cualquier perspectiva, la fotografía es la misma que publicó Bembibre Digital el pasado viernes. Además, con la reducción de calidad necesaria para evitar una sobre carga, lo que se aprecia también en la resolución de la fotografía presentada a este concurso.
Dice el mencionado periódico en sus bases que cada concursante deberá remitir junto a la imagen, su nombre y apellidos, el NIF, la dirección postal, número de teléfono y dirección de correo electrónico, por lo que cabe entender que sabe perfectamente quién es y lo tiene identificado. En el pie de foto se identifica a un tal Víctor Suárez que, además, se ha tomado la libertad de poner título a nuestra fotografía: “Pasión berciana” (nos hubiera gustado más que identificara también a Bembibre, puestos a pedir). El falso autor también presenta una segunda imagen que, por lo menos, no nos la ha robado a nosotros.
Preocupante es que este concurso incluye una cláusula que dice que todas las fotografías presentadas podrán ser utilizadas por el medio de comunicación que está detrás con cualquier fin, incluso comerciales, derivando toda la responsabilidad al participante. Y todo ello sin contrastar siquiera los datos exif que, al menos, demostrarían que esa fotografía no se ha descargado de internet, como ha sucedido.
Sobra decir que todo esto no tendrá mayor recorrido, pese al robo evidente y flagrante de la imagen. Más allá de que, si ganara, tendríamos que reclamar el premio que nos corresponde. Bromas aparte, viendo la extraordinaria calidad que tienen otras fotografías que, esperemos, correspondan a los participantes, es una pena que todo valga y se permitan publicar imágenes que no son suyas, y que además, según sus bases puedan pretender apropiarse de las mismas.
No debería empañarse un concurso por prácticas como ésta que se pueden controlar de una forma sencilla.
