El Señor de Bembibre preside la entrada a la villa

No fue un político, sino la asociación Bergidum Templi, y en concreto la Maestre, Nancy Rodríguez, la que hizo los honores de descubrir la estatua que preside la entrada a Bembibre por San Román. Es la estatua que pretende, en parte, saldar la deuda con el escritor Romántico Enrique Gil y Carrasco. Pero también inmortalizar el vínculo de una población con esta obra, obligada lectura, de la Literatura Universal.

Don Álvaro Yáñez a caballo acompañado por doña Beatriz Osorio, los dos protagonistas de “El Señor de Bembibre”, ya forman parte del patrimonio municipal gracias a esta estatua que está llamada a convertirse, junto con el minero, en una de las “más representativas”, destacó el alcalde, José Manuel Otero. Y en concreto, con una doble función: “cumplir con ese compromiso que Bembibre y los bembibrenses tenemos con Enrique Gil y Carrasco y por otra parte para embellecer Bembibre”.

En el acto, el concejal de Obras del Ayuntamiento, Federico Fernández (uno de los principales impulsores de la iniciativa), centró su discurso a modo de un homenaje institucional al escritor villafranquino. “Sirva este monumento para honrar a aquel que supo llevarnos en su corazón a los confines del mundo”, dijo en su discurso, que concluyó con un deseo: “que este bronce que hoy honra a don Enrique, que recrea a don Álvaro y doña Beatriz, y que ensalza el amor, la lealtad y el deber, nunca haya de refundirse en cañones”.

Pero hubo otras intervenciones. Valentín Carrera, que ha profundizado en la obra de Gil y Carrasco –que recopila en la biblioteca que lleva el nombre del escritor-, leyó el pasaje  de “El Señor de Bembibre” en la que se basa la escultura: el momento en que don Álvaro Yáñez pretende llevarse a doña Beatriz para convertirla en su esposa. En definitiva, es la esencia de la escultura, y la esencia de este homenaje.

Carrera aprovechó su intervención para hacer entrega al escultor Arturo Nogueira del libro de la Biblioteca Gil y Carrasco que habla precisamente sobre Bembibre.

Por su parte, el escritor bembibrense Antonio Díaz Carro, autor de “La Historia de Bembibre” y “Los Señores de Bembibre”, tuvo palabras de agradecimiento hacia Gil y Carrasco, ya que en su obra y en sus artículos se pueden encontrar indicios sobre el desaparecido “y misterioso” castillo de Bembibre, destacó Díaz Carro. Y no dudó en apuntar que se trata del Palacio, según la denominación que siempre ha tenido en la villa, pero nunca castillo. Algo a lo que llegó gracias al escritor villafranquino.

La Maestre de Bergidum Templi también aprovechó para dar lectura de un manifiesto en defensa del personaje de Gil y Carrasco que “para nosotros representa el último templario de nuestra tierra, que murió allí, en la Guiana”, expresó.

“Nunca nos hemos olvidado de Gil y Carrasco ni del Señor de Bembibre”, dijo el alcalde, que adelantó que el próximo año la capital del Bierzo Alto también recordará el bicentenario de nacimiento del autor.

 

Valentín Carrera entrega al escultor Arturo Nogueira un libro de la biblioteca Gil y Carrasco

 

La asociación Bergidum Templi protagonizó los actos de la inauguración

 

Antonio Díaz Carro, uno de los estudiosos de la historia de Bembibre, durante la inauguración

 

En la placa se puede leer “El pueblo de Bembibre a Don Enrique Gil y Carrasco en el bicentenario de su nacimiento. 1815-2015”

 

Asociación, autoridades y participantes, con la estatua del Señor de Bembibre

 

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