Ni dos semanas duró el banco que colocó la Junta Vecinal de Bembibre en el paseo de Carrizales, en las inmediaciones de la piscina de la Obrera. Desde su colocación ha tenido un periodo de tiempo efímero al servicio de la población durante escasos doce días, hasta que alguna persona aprovechó para desmontarlo y llevárselo.
El alcalde pedáneo de Bembibre, Rafael Merayo, ha expresado su indignación por la actitud de los ‘amigos de lo ajeno’ que se apropiaron de este banco, que estaba atornillado al suelo por la base. Se encontraba ubicado en el paseo de Carrizales, colocado estratégicamente aprovechando la sombra de dos árboles por la mañana y por la tarde. Sin embargo, la tranquilidad de la zona también lo hizo más vulnerable que cualquier otro banco en el casco urbano.
El alcalde pedáneo ha lamentado que se lleven un banco «que no es mío, es de los vecinos de Bembibre». «Lo ponemos con toda la buena intención para que la gente disfrute del banco», se queja el presidente vecinal que pidió que si alguien vio algún movimiento raro que lo comunique a la Junta Vecinal.
Iluminación en el Paseo de Carrizales
La zona de Carrizales ha sido una de las principales apuestas de la Junta Vecinal, que acondicionó un camino mixto para paseo y para acortar tiempos en vehículo. En tiempos de pandemia el alcalde pedáneo anunció el ensanchamiento de la calle y con cargo al último Plan de Pequeñas Obras del Consejo Comarcal la entidad menor colocó puntos de luz led en el segundo tramo desde el arroyo de Pradoluengo hasta la rotonda del Señor de Bembibre.
En total se han invertido 24.185 euros, de los cuales 7.000 contaron con la subvención del Consejo Comarcal y los restantes 17.185 con fondos propios de la Junta Vecinal.