El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la villa de Bembibre como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico. Con esta declaración se resuelve el expediente incoado en 1975. Se delimita como zona afectada por el conjunto histórico la comprendida por la iglesia de San Pedro, en el centro de la plaza, así como la del castillo y recinto murado de la localidad. Hay que recordar que el pasado mes de diciembre se inició oficialmente el expediente.
Bembibre se localiza al noroeste de la provincia de León, en la comarca de El Bierzo Alto, en el valle de Boeza, zona de media montaña en una ubicación estratégica y favorable que su propio nombre -Bene Vivere- describe. Su origen se remonta al asentamiento de algunos castros romanos de reducidas dimensiones en la confluencia de la Vía Augusta y la Vía Nova romana, siguiendo el itinerario Antonino. Su estratégica ubicación y las circunstancias geográficas favorables convierten a Bembibre en una próspera e influente villa medieval, relevante núcleo comercial, puerta de la zona berciana y de acceso a Galicia.
A lo largo del siglo XII y principios del XIII, Bembibre fue sede condal y núcleo urbano en el que convivieron comunidades de diferente signo religioso. Conserva un patrimonio edificado testigo de la evolución económica y social correspondiente a diversos momentos históricos de la ciudad.
En el centro neurálgico de la villa destaca la plaza donde se alza la iglesia parroquial de San Pedro. Su construcción tiene su origen en el siglo XII como sinagoga, pero desde finales del siglo XV y hasta su destrucción por un incendio durante la Guerra Civil se destina al culto cristiano. La actual iglesia conserva de la fábrica antigua la puerta románica del siglo XII y restos de los siglos XVII y XVIII. Alrededor del templo se desarrolla la plaza porticada como lugar tradicional de reunión social, económica y religiosa del conjunto.
En la parte más elevada de la villa y alrededor del castillo se asentaba, protegida por el recinto murado, la población en la Edad Media. Tanto el castillo como la iglesia se configuran como los principales elementos históricos y de desarrollo del núcleo medieval de Bembibre. En el siglo XVIII la villa se agrupa sobre una elevación o castro, en cuyo extremo sur se alza un derruido castillo. Las casas de la población son de una y dos plantas, con paredes de barro y pizarra y cubierta de teja y losa. Las calles son tortuosas, retorcidas y algunas empedradas.
Conjunto histórico
En la actualidad Bembibre, que se configura como un valioso documento histórico, expresión de la forma tradicional de vida y su evolución a lo largo de la historia, es una villa con un fuerte carácter industrial que presenta un conjunto histórico heterogéneo, en el que aún se reconocen los rastros de su trama urbana.
El conjunto conserva algunos interesantes ejemplos de arquitectura popular berciana, que se caracteriza por el uso de materiales predominantes de la zona, como la piedra, la madera y la pizarra. La tipología constructiva se estructuraba en una planta baja, donde se encontraba un local comercial precedido por un soportal que lo resguardaba de las inclemencias del tiempo, y una planta superior configurada como vivienda.
Asimismo, el conjunto conserva singulares ejemplos de edificaciones burguesas, testigos del auge del carbón y de la trama urbana en que se asienta, así como destacados inmuebles de arquitectura modernista, reflejo de la importancia de la burguesía industrial de principios del siglo XX, ubicados en su mayor parte en la calle señorial que unía la Plaza Mayor con el que era el barrio de la Estación.
A pesar de que la configuración actual de la villa de Bembibre ha perdido en gran parte su estructura y morfología medieval, se trata de un asentamiento histórico con una estructura física característica de los recintos amurallados, que conserva su original trama urbana y un conjunto de bienes inmuebles con características uniformes que le confieren una identidad digna de su preservación y conservación.