Un grupo de trabajadores del Call Center Huaris CC&CC ha expresado su protesta por la postura del sindicato CSIF que a finales de noviembre anunció la impugnación del Convenio Colectivo. En estos últimos días, representantes de la empresa –que defiende que la continuidad de sus proyecto se basa en la aceptación de unas condiciones laborales inferiores a las establecidas en el convenio- ha mantenido reuniones con algunos coordinadores transmitiendo un posible desmantelamiento, según las fuentes consultadas por Bembibre Digital.
El sindicato CSIF aseguraba que el convenio de empresa reduce el salario hasta en 312 euros al mes, además de acortar las horas médicas, que devalúa la proporción de prestación económica sobre el sueldo en caso de baja por enfermedad o que hace sancionables las ausencias justificadas.
La razón de ser de la impugnación es que, a pesar de que se permiten convenios de empresa, hay una serie de puntos no modificables que sí se han variado, según denunciaba el sindicato, y que “en todos los casos se han amoldado a los intereses empresariales en detrimento de los trabajadores, por lo que el convenio vigente estaría fuera de la legalidad”.
La respuesta no se ha hecho esperar y la noticia se ha ido extendiendo entre la plantilla que teme un posible cierre derivado supuestamente de la impugnación del convenio, algo que ha aumentado la tensión laboral ante la incertidumbre si finalmente se cumple la amenaza de cierre.
Un grupo de trabajadores ha salido en defensa de los planes de la empresa considerando que la impugnación del convenio colectivo no ha contado con el resto de empleados, y el lema “nadie juega con nuestro empleo” puede leerse en una pancarta a la entrada de las instalaciones del polígono de San Román de Bembibre.
Destacan que se trata de una plataforma de trabajadores del contact center que “está en contra de los delegados y del sindicato que quieren cerrar la empresa por su sueldo”, aseguran.