La familia del joven detenido ha defendido la presunción de inocencia, y lo ha hecho reafirmando la versión de que esa noche se encontraba en el domicilio familiar. «Esa noche estábamos todos en casa, y él también», aseguró su hermano, portavoz de la familia, quien añadió que «se metió en la cama a las 10 de la noche y hasta las 9.30 del día siguiente no salió».
El portavoz de la familia, que pidió respeto para el entorno familiar, asegura que nadie los vio salir, y considera que «nos hubiéramos enterado porque normalmente suele encender la luz y cierra la puerta un poco fuerte».
Sobre las acusaciones de que el secuestro lo cometieron dos cómplices y las agresiones se hubieran producido en la bodega, en el bajo del edificio, dijo que alguien hubiera tenido que escucharlo: «está mal encajada y hay que darle fuerte».
Asimismo confirmó que la Policía Judicial se ha llevado equipos informáticos para su análisis.