Un Pleno monográfico sube la tensión sin acuerdos, con distanciamiento y abandono de los concejales socialistas

El Pleno monográfico sobre el agua terminó sin acercamiento entre las partes y sin ninguna solución que evite a los ciudadanos asumir el fuerte incremento por la aplicación de la tasa de Bárcena. Lejos de haber acercamiento, la sesión sirvió para marcar distancias entre equipo de gobierno y oposición, y terminó con el abandono de los ediles socialistas del salón de sesiones

El Pleno comenzó con una exposición de José Manuel Otero quien se desligó de las decisiones de privatización del servicio municipal de aguas como de la nueva captación del pantano de Bárcena. Dos decisiones de las que hizo responsables a los dos gobiernos socialistas entre 2003 y 2011, primero con la privatización por 3,5 millones “que gastó o invirtió, pero sin destinar un solo euro en el agua”.

Respecto a la captación del pantano de Bárcena, se mostró crítico por el planteamiento de una obra y por el sistema de bombeo de ida y vuelta, con el consiguiente coste, recordando que los concejales del PP habían llegado a pedir que no se diera luz verde a la obra antes de las elecciones de 2011.

La legalidad de la tasa, que incrementa de forma notable el recibo del agua de los consumidores, fue uno de los aspectos que plantearon los concejales y que justificaron, entre otros puntos, los concejales en la moción para pedir el Pleno. PSOE y Coalición por El Bierzo cuestionaron el cumplimiento de la legalidad que el secretario defendió en la sesión desde un punto de vista jurídico (el económico corresponde a la interventora). Eso sí, los dos grupos de oposición insistieron en denunciar la supuesta ilegalidad de la misma por la falta de resolución de alegaciones de un particular.

Pero lo que centró el debate fue la búsqueda de responsables. Otero responsabilizó a los gobiernos socialistas presididos por Jesús Esteban, haciendo corresponsable a Gerardo Álvarez Courel por haber formado parte del ejecutivo local en el momento que se aprobó la captación de Bárcena. Y Silvia Cao derivó la responsabilidad al alcalde justificando eso sí la necesidad de la nueva traída pero criticando la gestión de Otero, de quien, dijo, es la responsabilidad por la aprobación de la tasa.

Silvia Cao se llegó a referir a informes que planteaban un incremento ligeramente superior al 36% cuando el incremento de la tasa supera, aseguró, el 80%.

El alcalde tiró de hemeroteca para recordar las peticiones para que no llevasen a cabo la obra, e incluso en las conclusiones del primer turno mencionó declaraciones en prensa de Courel rebatiendo a la entonces oposición del PP sobre este mismo asunto así como justificando la necesidad de la tasa. Otero criticó que en su momento tuviera unos argumentos en el gobierno y ahora otros diferentes en la oposición.

Silvia Cao hizo un repaso de diferentes momentos históricos relacionados con el agua en Bembibre, desde la construcción de la presa del Real en 1986 que no solucionó los cortes de agua de hasta 14 horas, hasta el bombeo del río Boeza en el año 1991. Un agua que, insistió, no era suficiente y era de mala calidad, lo que presentó como una solución “de forma precaria”.

Por último, recordó la propuesta de una presa en el río Boeza, pero que el elevado coste de 50 millones de euros hizo descartarla, unido al descuelgue de los municipios del Bierzo Alto. Y aquí criticó la postura de Otero siendo alcalde de Folgoso, que en su momento consideró que no era una opción interesante para aquel municipio “pero ahora considera que sí es bueno para Bembibre”.

Las otras dos soluciones, prosiguió la edil, fueron el recrecimiento del arroyo del Real y la captación de Bárcena, siendo finalmente ésta la opción más viable.

“El PSOE hace cinco años que no gobierna y cesó en responsabilidades”, expuso la portavoz socialista, que justificó la actuación para poner en marcha la captación de Bárcena pero derivó la responsabilidad de la tasa al actual alcalde.

El portavoz de Coalición por El Bierzo cuestionó la legalidad de la tasa a pesar incluso del criterio del secretario, Llegó incluso a asegurar que hay “muchos casos de defectos de forma”. “Si no se ha resuelto una de las alegaciones que se ha presentado, no es un acuerdo definitivo y no se pueden cobrar esas tasas”, aseguró en la seisón, y concluyó que “esa tasa no se debía haber aplicado”.

En cualquier caso, no cuestionó la necesidad de aplicar la tasa, añadió, “esa tasa es posible que sea necesaria”, pero recordó que hay preguntas que ha formulado en plenos anteriores sin respuesta para resolver los problemas derivados en materia de agua.

Como dato adicional, añadió que el agua de Bembibre es un 160% más cara que en León.

El Ayuntamiento acarrea un déficit de 34.000 euros, a pesar de la tasa

Otero llegó a asegurar que, a pesar de la tasa, el Ayuntamiento no cubre los costes del pantano. Tal es así que existe un déficit de 34.000 euros en el primer trimestre, aseguró en la sesión plenaria, que en cualquier caso no repercutirá a los vecinos.

Con estos números justificó que no hay posibilidad de evitar la tasa, y que si no se aplicase la misma sólo quedaría recurrir a la subida de impuestos. “Lo que saquemos por un lado lo tendremos que sacar de otro”, dijo el regidor.

Pero en concreto se refirió a la necesidad de repercutir la tasa. E incluso llegó a asegurar que era la misma línea que en su momento defendió el ex alcalde, Jesús Esteban, y el edil de la Corporación municipal actual Gerardo Álvarez Courel, cuando era portavoz del equipo de gobierno. Otero asguró que “por imperativo legal los ciudadanos tienen que asumir el 25%”.

Esta afirmación se encontró con una pregunta de la portavoz socialista que preguntó entonces cómo pudo el Ayuntamiento asumir la tasa durante dos ejercicios, y preguntó si “el Ayuntamiento ha incumplido en años anteriores”.

Los últimos cinco minutos, el momento más tenso

El alcalde anunció que se levantaba la sesión al terminar sus conclusiones, lo que provocó el enfado profundo de los ediles socialistas con un revuelo en la sala que finalmente derivó en la reanudación de la sesión. Pero fue con un tira y afloja continuo durante menos de cinco minutos.

“No es que yo quiera tener un segundo turno para hablar de lo que me dé la gana, sino que usted me conteste” criticó Cao. Pidió a Otero que explicase por qué Folgoso se descolgó del proyecto de presa del Boeza, a lo que el alcalde, entonces primer edil de Folgoso, aseguró que el municipio no tenía problemas de agua.

Cao también cuestionó que sea innecesario traer agua del pantano cuando el pasado año se hizo durante cinco meses y por qué se quiere volver a poner en marcha. “Si no la traen del pantano, de dónde la van a traer para surtir a Bembibre”.

El alcalde aseguró que “no puedo traerla de ningún lado porque estamos hipotecados de por vida”, y reprochó que “bastante tenemos con pagar lo que nos han dejado”. Asimismo, Otero negó que recurriese a traer agua de Bembibre con un doble bombeo con un “coste desproporcionado”.

La insistencia de los socialistas para que explicara de dónde traería el agua llevó a la intervención del concejal de Obras, Federico Fernández. Una intervención que provocó el enfado de los socialistas por no estar en el turno de palabra que criticaron que “ahora sí puede hablar Federico y los demás no”, y llevó al abandono del salón de plenos antes de haber finalizado la sesión.

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