Transcripción literal de la nota de prensa remitida por el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Bembibre
Mientras crece el descontento de la gente por la apertura al tráfico de buena parte de la zona peatonal de Bembibre, el PP sigue sin dar la más mínima justificación de la medida que ha tomado y sin resolver los graves problemas que crea la circulación por la zona.
Por lo pronto, la apertura se ha realizado sin modificar ni una coma de la actual Ordenanza de Tráfico Municipal (NF-3), que regula las condiciones de uso de las vías urbanas, de manera que otra vez se activan reformas en Bembibre al margen de la ley.
La pomposa declaración de que con esto se pone en marcha el plan general de reordenación del tráfico en Bembibre se cae por su peso. Al tratarse de una despeatonalización parcial, estas calles no pueden constituir ninguna solución para una reordenación general porque, al cerrarse al tráfico de noche y los fines de semana, obligan a mantener calles alternativas que estén siempre abiertas para hacer posible el paso de los coches en dirección a Pradoluengo y El Vaguillo.
El desbarajuste se produce con el uso de las plazas que hasta ahora servían para carga y descarga. Oficialmente las señales mantienen ese uso restringido, pero, en palabras del responsable municipal de tráfico, Sigifredo Benavides, las paradas para comprar en la zona peatonal se consideran también carga y descarga. ¿Qué papel juegan ante la Policía Local unas señales que legalmente prohíben esa parada? ¿Cómo se garantiza que la parada es para comprar y no por otra cosa? Y lo más importante: si las plazas están ocupadas para aparcamientos, ¿dónde estacionan los vehículos industriales que tengan que cargar y descargar? Hay que tener en cuenta que ya no pueden servirse de las aceras porque lo impiden los bolardos que acaban de colocarse, así que tendrán que interrumpir el tráfico necesariamente.
Sigue presente el problema de que, estando bajadas las pilonas que deberían de impedir el acceso a toda la zona peatonal y, sin embargo, permitirse el tráfico por unas calles peatonales y no por otras, a ver cómo se controla quién tiene y quién no tiene derecho a circular por las calles que siguen peatonalizadas. No hay ningún distintivo para diferenciar del resto a los residentes, que son los que tienen derecho, y así la Policía Local tendrá que adivinar si son unos u otros.
Un panorama de chapuza sobre chapuza que no tiene ninguna contrapartida favorable para nadie y que solo se explica desde la raíz retrógrada y pueblerina que dirige todas las actuaciones del equipo de gobierno del PP, empeñado en degradar una y otra vez la calidad de la vida de nuestra gente.